Después de dos años estudiando bachiller, esforzándose por obtener la mejor nota. Después de los nervios y el enorme trabajo que supone preparar una selectividad. Y después de hacer un examen brillante. Al final cientos de alumnos y alumnas andaluces no podrán entrar en la carrera que deseaban o tendrán que hacerlo en otra provincia, incluso fuera de Andalucía. La causa, un error informático, según la Junta. Motivo más que suficiente, para que Moreno Bonilla se vaya hoy mismo a su casa y no vuelva nunca más.
Moreno Bonilla ha abandonado a los universitarios y su excusa es un fallo técnico. Qué curioso que siempre que hay un problema de gestión en la Junta de Andalucía, se trata de un problema externo, nunca es culpa de ellos. Hay más de 1.000 estudiantes afectados, aunque no concretan una cifra exacta. Ellos y sus familias piden una explicación, reclaman que se solucione el problema y que nunca más vuelva a ocurrir un desastre así.
Son jóvenes andaluces que tras la satisfacción de saber que su nota de la EvAU les daba para acceder al grado universitario que deseaban, han pasado a la desolación; puesto que, empezado el curso, no se han movido las listas de admisión, e incluso han visto cómo compañeros y compañeras con notas más bajas les han superado en los puestos de acceso.
Dicen desde la Junta de Andalucía que esta situación ha venido provocada por “distorsiones” en el algoritmo, que el Distrito Único Andaluz, dependiente de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, utiliza para el cálculo de las posiciones en las listas de admisión y que se iba a “rediseñar” para solventarlas. Pero no han hecho nada.
El caso es que estamos ante un error histórico. Un lío sin precedentes. Nunca se había dado un desbarajuste tan grave en el Distrito Único Andaluz. Además, en algo tan serio como es el acceso a la universidad. Las listas de resultas de julio han sido erróneas y estaban mal ordenadas y las de septiembre también lo están. Es absolutamente imperdonable que ocurra el mismo fallo dos veces. ¡Esto es una auténtica barbaridad!
No es decente que los estudiantes sufran, como también sufren sus familias. No es tolerable que todos ellos soporten ansiedad y estrés por la incertidumbre que viven. Muchos alumnos y alumnas se han visto obligados a tener que cambiar la carrera de sus sueños por otra. Otros se han tenido que ir fuera de Andalucía para poder estudiar la carrera que desean hacer, a Ciudad Real o a Extremadura. Otros pueden incluso perder un año de estudios. Otros perderán la beca MEC del Ministerio de Educación porque la confirmación debía realizarse entre el 9 y el 26 de septiembre, y sin becas, no van a poder estudiar ¡Qué desastre!
Bastantes familias han perdido la fianza del colegio mayor o del piso que alquilaron. Y estamos hablando de una cantidad importante. Otras familias han tenido que buscar sobre la marcha un piso en otra provincia, incluso fuera de Andalucía. Tendrán que pagar en muchos casos alquileres a precio de oro cuando podrían haber cursado sus estudios en su ciudad natal. Todo ello con la agonía y el desgaste emocional que implica un proceso de incertidumbre tan largo y chapucero. ¡Es tremendo!
Pero hoy me acuerdo, sobre todo, de aquellos alumnos y alumnas de familias muy humildes que no tienen esos recursos económicos para poder irse a otra provincia a poder estudiar. Que lo tenían todo organizado, pero todo se le ha venido abajo. ¿Qué pasa con ellos? No es su culpa. La culpa es de Moreno Bonilla, al que no se le cae la cara de vergüenza.
Y lo peor de todo, es que no pasa nada. Error tras error. Desastre tras desastre. Y no pasa nada. ¿A qué espera el consejero de Universidad para asumir responsabilidades? ¿A qué espera Moreno Bonilla para pedírselas? Destrozan el futuro de multitud de alumnos, machacan a sus familias y, ¿aquí no pasa nada? ¿También culparán de este desastre a Pedro Sánchez y a Cataluña? ¿Cuándo va a tomarse en serio el presidente andaluz del PP los problemas de los andaluces?
Sr. Moreno Bonilla, acabamos de saber que ha multiplicado de forma notable los enchufes en la Junta de Andalucía. Se comprometió en campaña a acabar con los puestos de libre designación, pero nos mintió. Ha enchufado, según aparece en varios medios de comunicación, a 700 personas en 5 años, un incremento del 30%. ¿Y con tantos cargos enchufados por el PP en la Junta de Andalucía ninguno se dio cuenta del problema?
Dicen que se trata de un error informático y, ¿ya está? Y una pregunta, ¿a nadie se le ha ocurrido durante un año probar dicho algoritmo para detectar si tenía algún error? ¿Han tenido que esperar a después de la selectividad para comprobar la chapuza del programa informático que han hecho y a pesar de que se conocía el problema en julio, no se ha hecho nada para que en septiembre estuviese arreglado?
Y es que todo lo que no sea subirse el sueldo y bajar los impuestos a los millonarios le importa poco a Moreno Bonilla. ¡Las universidades públicas no le importan nada! No es la primera vez que los rectores y rectora de las Universidades Públicas de Andalucía reclaman más financiación para dar una formación de calidad y llevar a cabo una investigación universitaria del máximo nivel, pero el presidente andaluz mira para otro lado.
La única preocupación de Moreno Bonilla es instalar universidades privadas en Andalucía. Cuantas más mejor. Ya ha aprobado cuatro y en algunas se trabaja de día y de noche para tenerlas listas cuanto antes. El objetivo es hacer negocio. Le importa más la cuenta corriente de los padres de los alumnos que la calidad de dichas universidades.
Ni un día sin un desastre más en la gestión del gobierno andaluz del PP. Ahora les toca a los universitarios. Cientos de ellos no saben dónde acabarán estudiando, con el curso ya iniciado. ¿Quién tiene la culpa? Un “algoritmo” llamado Juan Manuel Moreno Bonilla.