La situación de la Dependencia en Andalucía es muy grave. Profesionales, usuarios y entidades advierten a Moreno Bonilla de la insostenible situación de la Dependencia en Andalucía. Casi 9.000 personas fallecieron en 2023 estando en lista de espera; más de 50.000 personas están esperando la valoración y la prestación y los tiempos de espera superan los 580 días. El gobierno andaluz del PP retrasa a conciencia las altas de nuevas solicitudes.

Fue el presidente Rodríguez Zapatero quien aprobó el cuarto pilar del Estado de Bienestar, la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas Dependientes en 2006. Al PP nunca le gustó la Ley. ¿No nos acordamos de cuando Rajoy la recortó en 3.000 millones, de los cuáles 730 millones correspondían a Andalucía? ¿No nos acordamos de que el brazo ejecutor de este brutal “tajo” fue Moreno Bonilla cuando era secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad?

Sí, fue Moreno Bonilla el que retrasó a conciencia los plazos para la entrada de los dependientes moderados; eliminó la cotización a la Seguridad Social de las cuidadoras familiares y les recortó la prestación económica un 15%. Además, redujo el número de horas de la Ayuda a Domicilio a las personas que eran atendidas. ¿Tampoco nos acordamos de esto?

Pedro Sánchez ha priorizado la Ley de Dependencia aumentando las partidas de los Presupuestos, pasando de 1.400 millones en 2020 a 3.200 millones en 2023. El año pasado el gobierno de la nación aumentó los recursos para Andalucía en 159,2 millones de euros. Frente a ello Moreno Bonilla reduce su aportación, dejando claro que nunca le ha importado esta Ley ni las personas dependientes ni sus familias.

Los datos son estremecedores, según el último Dictamen del Observatorio Estatal de la Dependencia, el año pasado 8.771 personas que habían solicitado la atención a la Dependencia en Andalucía fallecieron esperando que se resolviese su prestación. La mitad de ellos, habían realizado su solicitud y estaban a la espera de la resolución de grado, pero la otra mitad, ya habían sido valorados y se le había reconocido su derecho a la prestación, pero nunca llegaron a recibirla.

La situación de la dependencia en Andalucía es tan crítica que la pasada semana el presidente de la Federación de Organizaciones Andaluzas de Mayores remitió una carta a Moreno Bonilla, mostrando su preocupación. Hay 53.930 solicitudes de dependencia sin resolver a fecha 31 de mayo, de ellas 31.349 aún no han sido valoradas, y las restantes 22.581 están a la espera de recibir la prestación efectiva. En la misiva también se hace referencia al enorme tiempo de espera para resolver los expedientes. En Andalucía son 580 días, un plazo que no deja de aumentar desde enero de 2023, cuando eran 500 días. Andalucía junto a Canarias son líderes en España en los mayores tiempos de espera.

Además, la Junta de Andalucía está recortando su porcentaje de financiación a la Ley de Dependencia. En 2022 Moreno Bonilla aportó el 52,82% del total del coste, pero en 2024 solo será el 49,65%. Frente a ello, el Gobierno de Pedro Sánchez aumenta su porcentaje, mientras en 2022 contribuyó con un 33,12%, el presente año será un 37,15%. ¿Alguien entiende que Moreno Bonilla se suba su sueldo un 19%, mientras recorta el porcentaje de financiación para atender a las personas en situación de dependencia y a sus familias?

El representante de las organizaciones de mayores ha reclamado al presidente andaluz del PP que aumente su porcentaje para financiar la dependencia a niveles de 2018, cuando era del 63,46%, con la idea de poner en marcha un Plan de choque que evite que la situación siga deteriorándose. Si hay dinero para bajar los impuestos a los millonarios en Andalucía, debe haberlo también para la Ley de Dependencia.

No es decente que Moreno Bonilla destine a esta Ley un 14% menos que la media de las comunidades autónomas y apueste por una Dependencia “low cost”, gastando poco por persona y dando una pésima calidad, con menos horas de atención de las necesarias, favoreciendo el negocio de las empresas privadas, perjudicando a las personas mayores que necesitan más horas de ayuda a domicilio y a las trabajadoras que merecen un sueldo digno.

Hace unos días, Asunción Vives, hija de una persona dependiente, en el Pleno del Ayuntamiento de Málaga narraba en primera persona las barreras con las que se encuentran: “Para conceder los grados del solicitante pueden pasar de 3 a 4 meses para que el sociosanitario lo evalúe; hay listas de espera de 3 y 4 años para que las personas dependientes reciban la ayuda económica; hay listas de espera de 2 años para que las personas dependientes puedan entrar en una residencia; ¿cómo es posible que Moreno Bonilla no financie los empapadores para las camas ni las esponjas con jabón? ¿Y si las familias no tienen los recursos suficientes?”. ¿Sr. Moreno Bonilla, hay derecho a esto?

Si el número de horas de ayuda a domicilio que concede la Junta es irrisorio, si los hijos o hijas trabajan y no pueden cuidar a estas personas en situación en dependencia, si faltan residencias públicas. ¿Cuál es la solución? Pues claro, ¿lo dudábamos? Las residencias privadas. Como siempre, Moreno Bonilla deteriora lo público para favorecer el negocio de lo privado.

Recientemente en el Senado el Grupo Parlamentario Socialista ha presentado una propuesta para, tras dos décadas en vigor, reformar la Ley de Dependencia, atendiendo a las nuevas necesidades y corrigiendo situaciones que piden respuesta. Es indispensable compatibilizar las diferentes prestaciones, económicas y de servicios, para que puedan combinarse. Hay que dar prioridad a la ayuda a domicilio y a la teleasistencia frente a la residencialización, buscando soluciones personalizadas para el usuario o usuaria y mejorar las condiciones salariales de los profesionales del sector de cuidados. Como siempre, el PP votó no a la propuesta.

Hace unos días el gobierno de la nación ha aprobado la Estrategia Estatal en este sentido, para un nuevo modelo de cuidados de personas dependientes donde se fomente la ayuda a domicilio en lugar de macroresidencias, porque el 90% de la ciudadanía española declara que quiere envejecer en su hogar. La Estrategia tendrá una dotación inicial de 1.300 millones y es una medida pionera en Europa.

Las políticas de dependencia las crearon gobiernos socialistas y ahora con el PP en Andalucía están sufriendo un enorme retroceso. Sr. Moreno Bonilla, ¡Ya está bien de recortar la sanidad pública, la educación pública y la Dependencia! ¡Ya está bien de destrozar lo público para favorecer lo privado! ¡Ya está bien de abandonar a su suerte a las personas dependientes y a sus familias!

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