El pseudosindicato fascista Manos Limpias, lo de pseudo hace referencia exclusivamente a sindicato no a fascista, ha presentado una denuncia contra  la responsable de la Agencia Española de Meteorología (AEMET), María José Rallo del Olmo, y contra el director de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, Javier Montero, por presuntos delitos de homicidio imprudente, imprudencia y daños por las consecuencias de la DANA. Yo creo que el pseudosindicato hace lo correcto al presentar una denuncia, pero se equivoca sobre contra quien la presenta.

En su lugar yo la denuncia la presentaría contra los docentes que les enseñaron a leer, por clara dejación en sus obligaciones. Cuatro días antes de la llegada de la Dana, AEMET comenzó a emitir avisos públicos, a los que tienen acceso todos los ciudadanos que sepan leer, incluido Alberto Núñez Feijóo, en los que advertía de la peligrosidad del fenómeno meteorológico y el mismo martes antes de las 8 de la mañana, es decir, con suficientes horas de antelación, emitió una alerta de nivel rojo, el máximo en la escala de la AEMET. Que las autoridades valencianas, responsables de Protección Civil de la comunidad, decidieran esperar a que pasara la hecatombe para dar la alarma, evidentemente, no es responsabilidad de AEMET. Así que la única razón que se me ocurre para que Manos Limpias presente una denuncia contra la Agencia Estatal de Meteorología es que no han entendido lo que estaba escrito en las alertas que la entidad emitió durante cinco días.

Manos Limpias no está solo en su lucha contra la ciencia, por supuesto. En su ridiculez están bien acompañados por VOX y por destacados intelectuales como Miguel Bosé. Tras su gran éxito en la guerra contra la vacuna del Covid, ahora asegura que los fenómenos meteorológicos están controlados por los gobiernos, que son los que deciden donde llueve o no y con que intensidad lo hace. Resumiendo, que el cambio climático es una invención. Ya sé que la mayoría de ustedes, ante semejante gilipollez, se habrán echado unas risas y habrán pensado aquello tan manido de "que malas son las drogas", pero no se dejen llevar por la broma fácil, porque detrás de estas pobres mentes hay gente que no tiene un pelo de tonta y que tiene un grandísimo poder.

Cada vez son más las personas que se abonan a estas ridículas teorías y les tengo que recordar que para votar no te hacen un test de inteligencia, así que todos los votos cuentan igual en las urnas. Sobre el tema del cambio climático sólo hay dos posiciones posibles. La primera es la que defienden todos los científicos del mundo (menos los dentistas que recomiendan los chicles con azúcar) que coinciden en que está provocado por los más de dos siglos que llevamos quemando petróleo y gas. Está plenamente demostrado que el efecto invernadero lo producen diversos gases provocados por esa quema de combustibles fósiles entre los que destaca el dióxido de carbono. Estos  científicos son gente que, a diferencia de Manos Limpias, no sólo saben leer sino que se han dedicado a estudiar desde hace décadas este fenómeno según el método científico. Con el mismo método que ha conseguido hacer volar aviones, curar enfermedades o permitir que usted esté leyendo esta columna en un móvil o en un ordenador, han llegado a la conclusión unánime de que la única manera de parar el desastre climático es dejar de quemar combustibles fósiles.

La segunda posición posible, la de la negación, sólo puede obedecer a  un grado de desconocimiento supino unido a una insultante soberbia o a algún interés económico. Me van a llamar loco, pero ¿creen ustedes posible que los países productores de petróleo y gas del mundo, la mayoría dictaduras gobernadas por riquísimos oligarcas, esté invirtiendo escandalosas cantidades del infinito dinero que poseen en comprar medios de comunicación, partidos políticos, pseudosindicatos fascistas y dentistas que creen que el azúcar es bueno para los dientes, para hacer creer a los más indocumentados que ellos no son los responsables de la catástrofe climática y así poder seguir enriqueciéndose con la venta de combustibles fósiles?

A gente como Bosé y como tantos otros perjudicados por los 80 no hace falta comprarlos, se venden gratis. Lo que no termino de entender, y si hay algún psiquiatra en la sala me gustaría que me diera una respuesta, es qué pasa por las cabezas de esas buenas gentes, para que se crean antes las teorías que defienden las petroleras que llevan dos siglos enriqueciéndose a su costa, que la de los científicos que han conseguido que sus vidas sean 40 años más largas que las de sus abuelos.

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