Debajo de la cruz más grande del mundo, fueron secuestradas 33.832 personas, procedentes de 500 fosas de toda España, en una tarde en la que, los cines daban sesión doble gratuita, camiones y camiones circulaban por España secuestrando cuerpos en cajas, rumbo al Valle de los Caídos, sin información, ni mucho menos, permiso de los familiares humillados. 

Por decreto de Caudillo, es un magno monumento para perpetuar la memoria de los Caídos

Por decreto de Caudillo de 1940 y de 1957, y habiendo expropiado un terreno privado de una herencia yacente, en la que se realizaría la construcción del monumento español que refleja “la erección de un magno monumento destinado a perpetuar la memoria de los Caídos de la Cruzada de Liberación,” […] “con objeto de perpetuar la memoria de los que cayeron en nuestra gloriosa Cruzada”, y con ello, eliminando la identidad republicana, en definitiva, la victoriosa traición. La única calificación posible de golpistas de un régimen democrático, es su definición natural, traidores. 

Décadas después, Franco descansaba ya donde soñó. Los españoles demócratas empezábamos a descansar, tal y como habíamos soñado (CALLEJA, José María (2009), Valle de los Caídos). Franco fue llevado junto a Jose Antonio (sin tilde, como está escrito en su sepultura), la sepultura 001 correspondiente a José Antonio, en un primer momento estaba concebida para Calvo Sotelo, pero el régimen del miedo y el márqueting Francos SA, rápidamente redefinieron su plan y lo orientaron a Falange Española de soltera, de las JONS de casada.

Si bien es cierto 350 señores y señoras del Congreso, que viven del dinero de nuestros impuestos, víctimas del franquismo incluidas, no habían sido capaces de obtener una solución al problema, haciendo que, ante el fracaso de la vía legislativa, busquemos la solución en la vía judicial. En este enunciado, ha habido dos excepciones: la Ley de Memoria Histórica del presidente Zapatero, del año 2007, y la segunda, la hemos conocido esta semana. El congreso, a propuesta del Partido Socialista, ha aprobado exhumar a Franco, si bien es cierto la fuerza jurídica es escasa, la carga moral de la votación, frente al inmovilismo que debe ser descartado en esta materia, es brutal. Así lo entiendo, como militante de la causa.

El bando traidor, junto con el partido político que nos gobierna y es el más próximo en ideología al cara al sol, se han hartado de repetir que venimos a reabrir heridas, ganar la guerra 80 años después, uno incluso se permite decir que desenterrar muertos es el divertimento de algunos. Alguien debía de explicar que no están enterrados, están tirados en cunetas, y el divertimento pretendido, llevar flores a nuestros seres queridos en el día de la madre. 

Zapatero destinó a trabajos de memoria histórica más de 13 millones de euros; Rajoy, 0 (IVA incluido)

El gobierno de Zapatero entre los años 2006 a 2009, destinó a trabajos de memoria histórica, 13.794,984,69 millones de euros; Rajoy, 0 (IVA incluido). La Abadía recibe del dinero de todos los españoles 340.000 €, con unas propiedades que superan los 21 millones de euros de valor catastral, más el valor en capital mobiliario, sumado a que, mientras la propiedad es de ellos, su mantenimiento lo costeamos todos los españoles; Por tanto, las víctimas del franquismo tienen que agruparse, y “buscarse la vida” para rencontrarse con sus seres queridos que fueron fusilados por ser demócratas. Imposible comparar.

Nos cuentan que la familia de Franco se niega a mover los restos del abuelo dictador, planteamiento que prevalece, sin ser reforzado por norma alguna, sobre una sentencia en firme que ordena exhumar a los hermanos Lapeña, desde hace más de un año, con un texto que si es legal. De ser acertada dicha interpretación franquista en democracia, a sensu contrario, cualquier familia que solicitara la exhumación, tendría el derecho inmediato a ello. Ellos representan a uno, nosotros a 114.000.

El Valle de los Caídos como un paraíso fiscal en plena península española

Recientemente hemos conocido algo de información contable sobre el Valle. Tiene cuatro fuentes de financiación: venta de entradas, hospedería, subvenciones y donaciones. No consta que la hospedería, que se anuncia en booking declare IVA, ni tenga licencia de actividad. La subvención que han recibido por importe de 340.000 €, más 340.000 €, más 340.000 €, en los últimos tres años, la computan como gasto, porque entra por la Abadía y es transferida a la Fundación; los ingresos de lo que llamaríamos “el cepillo”, ni siquiera están recogidos en su contabilidad, cuando deberían formar parte de un capítulo III, y a juzgar por la venta de entradas, 1.345.000 €, más la entrada de fieles que no pagan por ir al culto, fácilmente entran 200.000 o 300.000 € sin declarar. Igualmente hemos conocido que la cafetería paga un canon. Si hay canon, tiene que haber concesión, si hay concesión, pliegos y concurso público, en cambio no consta que las empresas de hostelería concursen.

Esta ausencia de transparencia y este tratamiento contable, hace que hablemos del Valle de los Caídos como un paraíso fiscal en plena península española. Un Ayuntamiento por mucho menos, habría sido sancionado de inmediato y aquí nadie es investigado, ni castigado por su Dios, ni sancionado por el Estado de Derecho, ni mucho menos, aquí dimite nadie. Esto se lo dio Franco, y Franco sigue con ellos.

Las víctimas del franquismo no han sabido que eran 114.000 hasta el año 2007, en el proceso contra Garzón, por el cual quedó absuelto

Mientras que las víctimas de Paracuellos, por cierto, personas con responsabilidad penal, se saben que fueron 2.500 porque así las contaron los funcionarios republicanos en 1937. Las víctimas del franquismo no han sabido que eran 114.000 hasta el año 2007, en el proceso contra Garzón, por el cual quedó absuelto. Frente a los que habían cometido un delito contra el estado, regulado en el Código Penal, el bando republicando dio entierro, contabilizó, sepultó, y respetó la iconografía religiosa en la sepultura. Los republicanos por ser demócratas, fueron apalizados, secuestrados, torturados expoliados, fusilados, y ahora, doblemente victimizados, por impedir el rencuentro con sus seres queridos.

Por tanto, Franco para su familia, la Abadía para su Dios, y la dignidad, para el quien la trabaja, las víctimas del franquismo.