Los vocales nombrados por el Partido Popular en el nuevo Consejo General del Poder Judicial no solo han seguido la estela de sus predecesores, sino que quieren superarlos en cuanto a ser el brazo ejecutor de su partido político. Lectores, saben que siempre les comento que yo escribo, y son ustedes quienes sacan sus propias conclusiones, pues vamos a ello porque esto me ha dejado ojiplática como poco. Por lo que he podido saber por las fuentes consultadas, nuestros queridos vocales nombrados por la gaviota (charrán según ellos) se van a presentar como usurpadores del Congreso de los Diputados. Sí, suena fatal, pero es que cómo definirían ustedes a unos señores y señoras a los que se les pide un informe sobre el nombramiento de los vocales de extracto judicial, lo que viene siendo jueces nombrados por los jueces, y, en lugar de presentar eso, un informe, van a presentar un proyecto de ley con su articulado, su camiseta y su canesú.

Una, después de casi dos décadas escribiendo del consejo no debería alterarse por estas cosas, pero es que lo de los últimos años con el Gobierno de los jueces es para orinar y no echar gota. Con el consejo anterior tuvimos que ver cómo los vocales del PP se marcaban un escrito en contra de la Ley de Amnistía, a la cual tachaban de inconstitucional. Que ustedes dirán, hombre, pueden quejarse. Y sí, que se quejen, pero con el proyecto de ley en la mano. Es que esos vocales tacharon de inconstitucional una ley cuyo articulado no era público.

Pero más allá de eso, lo realmente preocupante era que se arrogaban la potestad de tachar de inconstitucional una ley. Hasta donde yo sé, los únicos que pueden decir si una ley es constitucional o no, son los magistrados del Tribunal de Garantías. Y hasta donde yo sé, otra vez, los vocales del Consejo General del Poder Judicial no forman parte del Tribunal Constitucional. Y luego chillan a los cuatro vientos que el Gobierno de Pedro Sánchez es una dictadura Bolivariana. Ver para creer.

Mismo perro, diferente collar

Volviendo al nuevo consejo: son el mismo perro pero con diferente collar, pues ahora ya no es que los vocales de Alberto Núñez Feijóo quieran decir si una ley es constitucional o no, no, es que ahora van un paso más allá y directamente quieren ser ellos los que legislen. No han dudado en dinamitar el legado de Montesquieu, que serán muy letrados, pero desde luego nada ilustrados pues tratando de colar de rondón un proyecto de ley desde el CGPJ, la única realidad es que parece más bien que quieren un retorno al absolutismo, el mismo que le achacan a Sánchez. Da la sensación de que si pudieran quemarían cualquier copia que exista de ‘El espíritu de la leyes’.

Pero claro, lectores, que toda historia tiene dos versiones, y la de los vocales gaviotiles es que afirman que lo que se les pidió no es solo un informe sino también una propuesta según la disposición adicional en la que se basan. Y claro, ellos, como propuesta, han entendido redactar una ley. Lo normal, vamos. Montesquieu ya si eso para otro día. Cuando se le pregunta al sector ‘conservador’, la respuesta es que cuando informan de los anteproyectos de ley también hablan de artículos a cambiar… pero no es lo mismo, mal que les pese proponer un cambio sobre un artículo ya redactado por el Parlamento que diseñar una ley de la nada. La triste realidad es que los mismos que quieren legislar desde el consejo son los que no dudan en atacar al fiscal general del Estado diciendo que está al dictado del presidente del Gobierno. Muy bien señores y señoras vocales de la derecha… ¿Y de quién dependen ustedes?, pues eso.

Súmate a

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio