Hasta ahora nos habían dado ya varias pistas. Que si hacían la vista gorda cuando se cumplir la Ley de Memoria Histórica se trataba, que si no se dotaba de fondos, que si no se abrían las cuentas, que si no se investigaban las fosas comunes, no se anulaban los juicios políticos de la dictadura, no se condena de manera oficial el franquismo, no se investigan las propiedades que fueron robadas, no se reponen esos bienes con sus legítimos dueños, no se devuelve el dinero incautado.... no se cambian nombres de plazas, de calles....

Que si una condena desorbitada por un tweet, por un rap, por una manifestación, por una desbodiencia...

Nadie denuncia los acuerdos con la Iglesia Católica cuando llega al poder, se hace la vista gorda ante la cantidad de escándalos cometidos por robo de bebés, pederastia, evasión de impuestos....

Se censuran opiniones libres, se unta y presiona a los generadores de opinión para que cuenten cuentos y coman cocos en los medios de comunicación, para que adulteren la información en las noticias.

Se amarran jueces y se asfixia a la Administración de Justicia para que no pueda gestionar con una mínima eficacia su labor.

Se aplaude a un multimillonario que evade impuestos porque con sus limosnas compra máquinas para que los pobres morrales podamos curarnos, si es que hemos conseguido llegar vivos después de las interminables listas de espera. Y eso, si tienen lugar donde ponerlas después de haber cerrado plantas de hospitales. Ah! Y si tenemos profesionales que dispongan de tiempo para saber cómo funcionan, claro; porque el personal sanitario bastante tiene con ganarse la vida en jornadas laborales interminables y sin recursos humanos ni materiales para poder despachar a los pacientes que se van amontonando.

Pistas y más pistas para explicarnos que el Supremo nos cuenta una versión de la Historia de los que ganaron el Golpe de Estado de 1936. Es lógico. Franco ganó, arrasó durante 40 años. Y cuando murió, lo dejó todo atado: que pareciera una democracia pero que en el fondo siguieran manejándolo todo las mismas manos. Para eso, ya se encargó de que heredase la jefatura el Borbón, tan desesperado por ser alguien, que allí se plantó a jurar lo que hiciera falta.

Ahora queda claro que hemos estado 40 años manteniendo a los herederos del franquismo. Que como nadie les ha pedido cuentas nos han tolerado. Pero que en la medida en que hemos creído que lo de la democracia iba en serio, se han revuelo y se están poniendo chulos.

La culpa es nuestra, de los progres. Que nos hemos creído que fue verdad la transición y todo este rollo. En realidad no. Vivimos en una siguiente fase de la dictadura franquista. Edulcorada, democratizada pero lejos de ser una democracia plena. Y encima cada vez disimulan menos. Total, saben que no les va a pasar nada: siguen siendo los poderes tácticos. Y si alguno consigue llegar y colarse, activarán lo que haga falta para quitarte del medio.

Los medios de comunicación, la fiscalía, el tribunal supremo, la audiencia nacional, suma y sigue. Ahora ya por fin se entiende todo: la democracia está aún por hacer. Digan lo que digan.