Ser Capitalista ya no es lo que era. No hace falta ser millonario, ni significa la explotación de nadie, si no quieres. Haz la prueba. Si tienes 300€ ya puedes serlo y ayudar con tu inversión a que mujeres emprendedoras salgan de la pobreza extrema con sus pequeños negocios en zonas rurales de Latinoamérica, gracias a Microwd

Las microfinazas colaborativas, basadas en las plataformas Crowdfunding por las que los negocios se financian a través de aportaciones de muchos particulares en lugar de acudir a un solo socio capitalista, están cubriendo una necesidad que los bancos tradicionales no resuelven.

Con la participación de personas como tú, las finanzas se han hecho más democráticas que nunca. ¿Quieres ser "buen capitalista"?

Tu microcrédito no es una donación a una ONG, es una inversión responsable y solidaria

Alejandro de León, fundador de Microwd, identificó en 2013 dos necesidades concretas:

  • Había mujeres con ganas de emprender en zonas rurales de Latinoamérica que no tenían acceso a créditos en condiciones asumibles para ellas.
  • Particulares e inversores quieren tener rentabilidad pero también la conciencia tranquila y saber que su dinero tendrá un buen uso.

Para dar respuesta a ambas demandas, creó la plataforma con la que cualquiera, tú mismo, puede invertir fácilmente y además de ayudar, rentabilizar sus ahorros. Todo un win-win solidario.

Acelerar el Desarrollo con servicios financieros éticos

Según explica la web de Microwd: “En 1945, casi un 50% de la población mundial sufría de pobreza extrema. En 2016 bajó del 10%. Nuestra generación va a ver la pobreza extrema reducida por debajo del 1% y queremos ser parte de ello.”

Con Microwd, gracias a las herramientas digitales, cualquiera puede ser partícipe de ese desarrollo aplicando lo mejor del sistema capitalista. Se puede invertir desde solo 300€, eligiendo en los proyectos que se muestran en su web. Además, como es una plataforma peer-to-peer puedes comunicarte con las emprendedoras por Skype o mensajes. Esto aporta un  nivel de transparencia único y crea un vínculo de confianza entre ambos, aumentando el compromiso.

¿Por qué los microcréditos están dirigidos a mujeres emprendedoras?

En Microwd lo explican desde los datos:

  1. Las mujeres son el motor social de la economía y el hogar en Latinoamérica. Cuando prestas a una mujer, esto tiene un impacto positivo en su familia y en su comunidad, lo que en Microwd llamamos el "círculo de influencia".
  2. Las mujeres, a nivel global, repagan los créditos de forma más responsable que los hombres.

Buenas prácticas en las finanzas

A diferencia de otras opciones de financiación a las que pueden optar estas mujeres, Microwd aporta una conciencia más humana a las inversiones. Así, mientras los competidores piden avalar con las viviendas, añaden costes de apertura y ponen intereses más altos, Microwd tiene un ranking de buenas prácticas que califica a las emprendedoras cada 6 meses obteniendo una puntuación por mujer y pudiendo de esta manera ordenarlas de forma meritocrática. Además, no invierten en marketing sobre el terreno, sino que confían en que un producto tan sensible como este se expanda a través del boca-oreja sin incentivar a emprender a quienes no lo tengan claro. En definitiva, los microcréditos de particulares son una de las nuevas formas de economía social y colaborativa que están cambiando el sistema.

Historias Reales de Inversiones reales con microcréditos

La mejor manera de saber en qué consiste eso de hacerse capitalista por buen motivo es conocer los casos reales, las historias personales de su web que las inversiones de personas como tú han generado y cómo han cambiado las vidas a otras. Nos ha gustado mucho por su sencillez la de Pastorcita, y su Uber de las fruterías en Somotillo. Tenía un puesto de frutas, pidió un microcrédito a Microwd de $1.000 para diversificar en productos y aumentar su equipo y ha aumentado sus ingresos un 60% en el último año vendiendo frutas y verduras a domicilio a través de Facebook y WhatsApp.

Con este tipo de ejemplos, se demuestra que el sistema capitalista puede ser una herramienta de desarrollo y una buena manera de repartir la riqueza. Siempre nos quejamos de los bancos, de las grandes empresas y de los mercados. les pedimos etica y solidaridad más allá de la rentabilidad. Pues bien, ahora eres tú quién puede demostrarlo con el ejemplo. Lo que le pides a los demás, házlo tú