Son unos incomprendidos. Sí, hay razones para ello, pero su forma de afrontar la cuestión es digna de elogio. Si estamos culpando a los terraplanistas de desdeñar las evidencias científicas, hay que alabar que ellos mismos hayan puesto en marcha el método analítico.

El Gran Muro de Hielo

Y así, los firmes defensores de la teoría que la Tierra no es una esfera suspendida en el cosmos si no un plato flotante se han embarcado en un crucero de descubrimiento. Su objetivo es llegar al gran muro de hielo que delimita los bordes del plato que en realidad es nuestro planeta según su criterio.

El crucero será botado por la Conferencia Internacional de la Tierra Plana. Sus comunicados son difíciles de descifrar. No por la información que aportan, que es muy clara. Es por la seriedad y gravedad con la que defienden sus postulados. 
 

Contra cartas y GPS

Por ello no es descabellado pensar que, en el fondo, tienen un velo científico en todas sus afirmaciones. Tanto es así que en el crucero tendrán que superar un pequeño escollo antes de llegar al muro de hielo. 

La cuestión es que las cartas náuticas han sido diseñadas bajo una premisa: la Tierra es redonda. Habrá que ver cómo se manejan en el crucero con cartas de navegación que a sus ojos van a ser fakes. Ni comentar ya los problemas de sincronización que se pueden dar entre las lecturas GPS y las ideas de los tripulantes. 

En decir, lo que parece una locura surgida de las mentes de muchas personas con demasiado tiempo libre, lleva detrás un despliegue de infraestructuras, científico y tecnológico que podría ser trasladable a cualquier otras investigación. Solo le faltan los pequeños detalles del interés y la cordura.