El fotógrafo y guía turístico Paul Goldstein es el autor de esa foto de dos leones macho en aparente posición de apareamiento en el Parque Natural Masai Mara (al sur de Kenia), que tanto ha preocupado a Ezekial Mutua, responsable del Instituto de Clasificación de Películas de Kenia. Mutua escogió Twitter para levantar polvareda, a lo Trump. “Estos animales necesitan asesoramiento porque probablemente han sido influenciados por homosexuales que han ido a los parques nacionales y se comportaron mal”, se despachó inicialmente, aunque pronto añadió un nuevo mensaje añadiendo más preocupación y más posibles y disparatadas causas al acto inmortalizado en la imagen. “No sé, deben haberlo copiado en alguna parte o es demoníaco. Porque estos animales no ven películas“, añadió el gestor africano. Las perlas se añaden a un mensaje previo que Mutua lanzó también desde su cuenta: “Si los leones comienzan este comportamiento homosexual, entonces será el final de la especie animal”.

Un país que condena con cárcel a los homosexuales

Las reacciones a estos comentarios no se han hecho esperar, y la indignación ha recorrido las redes sociales. A Mutua, un viejo conocido entre la comunidad LGTBI de Kenia por su prohibición de cualquier película en la que se promuevan valores relacionados con la homosexualidad, que le ha valido el calificativo de "policía de la moralidad", le han llovido acusaciones de intolerante, y desde muchos sectores se ha aprovechado para mostrar repulsa por las penas a las que los homosexuales se ven sometidos en Kenia: las personas que sean sorprendidas en actos homosexuales, pueden ser condenadas hasta a 14 años de cárcel, un tipo de legalidad que padecen otros 17 países africanos. Incluso, según ha denunciado Amnistía Internacional, el Tribunal Superior de Mombasa confirmó el pasado junio la legalidad de "practicar exploraciones anales" a hombres sospechosos de mantener relaciones entre ellos, una sentencia que vulnera el derecho a la intimidad que estipula el derecho internacional. El zoólogo Petter Bockman, experto las relaciones entre animales del mismo sexo en la Universidad de Oslo (Noruega), afirmó en una entrevista en el Daily Mail que a menudo se extraen conclusiones antropocentristas y heterocentristas de los hallazgos científicos. Bockman explica que, cuando organizó una exposición sobre el tema en el Museo de Historia Natural de Noruega, algunas personas le aseguraron que “ardería en el infierno”. Según el profesor, hay al menos 1.500 especies en las que se habrían detectado relaciones entre machos. Entre otras: bisontes, osos, gorilas, búhos, salmones, sapos, mofetas, leones, delfines, orcas, jirafas, koalas, lagartos, pingüinos, buitres y varios insectos. El pez payaso, después de cierta edad, hasta cambia de sexo.

Las relaciones de mismo género en los animales

Las relaciones entre animales del mismo género es un tema que ha fascinado a la biología: ¿por qué los animales mantienen relaciones entre el mismo sexo, sin ninguna posibilidad reproductiva? Podría ser, como en el caso de los humanos, por una inclinación biológica, porque los animales también se relacionan motivados por el afecto y hasta el placer sexual, a veces de forma monógama. Se han documentado relaciones entre el mismo género en todas las diferentes formas de expresión de la sexualidad: intercambio de afecto, cortejo, relaciones sexuales, vida en pareja y cuidado de las crías. En varias especies de aves hay, además, madres solteras que ponen huevos en el nido de una pareja del mismo sexo. La biología ha revelado además que los actos homosexuales en los animales pueden ser también episódicos, tal vez causados por condiciones de cautiverio forzado, en zoológicos o granjas. Otras especies, como muchas especies de monos, utilizan el sexo como forma de relación social, incluso para establecer jerarquías, y reforzar la cohesión del grupo.