Una de las condiciones indispensables para la existencia de vida es que haya agua en estado líquido. Nos lo han dicho tantas veces los expertos que ahí andamos, buscando agua en todos los planetas que nos encontramos. Pero a veces, en la Tierra, el agua líquida es sinónimo de destrucción de la vida.

Medio milenio sin agua

Vale que estamos hablando de un ecosistema que se ha desarrollado durante milenios en base a la extrema escasez de agua. En concreto, hablamos del desierto de Atacama, el lugar más árido del planeta.

Pero sea por el cambio climático o por otros motivos, durante los tres últimos años, el nivel de precipitaciones ha subido ostensiblemente. Tampoco es que el listón estuviera muy alto, dado que estas lluvias son las primeras registradas en la zona en nada menos que 500 años.

Durante ese medio milenio, en la región se ha desarrollado una próspera vida bacteriana en base a la no disponibilidad de agua. Y esas lluvias han acabado con gran parte de estas colonias de bacterias. Al menos así lo afirma una investigación de varias instituciones españolas desplazadas a la zona.

Sorpresa bacteriana

De alguna manera el hallazgo ha sido casual. Los científicos estudiaban el impacto de las lluvias en el desierto más antiguo y seco de la Tierra. Esperaban encontrar un florecimiento de la vida a partir del mayor aporte de agua, pero se han topado con lo contrario.

Las lluvias han acabado con la vida del 85% de las bacterias de la zona. La desaparición se ha debido sobre todo a lo que los científicos denominan “estrés osmótico”. Seres acostumbrados durante milenios a sobrevivir sin agua, de pronto, han visto como sus pequeños y frágiles organismos no estaban preparados para absorber tanto líquido.  

Lo más curioso es que, según los investigadores, este estudio permite avanzar un poco más en la compresión y sospecha de cómo sería la vida en Marte. El planeta rojo vivió un episodio contrario de abundancia de agua y posterior desertificación. Ahora los científicos tratan de extrapolar sus resultados en Atacama a lo que pudo suceder en nuestro vecino del Sistema Solar.