La vacuna RTS,S de la malaria podría favorecer la producción de una serie de anticuerpos protectores en el caso de que se produjese la infección por el parásito. Según un estudio liderado por ISGlobal, centro impulsado por “la Caixa”. Asimismo, los resultados han sido publicados en BMC Medicine, quienes identifican que antígenos podrían incluirse en el diseño de futuras vacunas multivalentes, que serían mucho más eficaces.

De esta manera, la inmunidad contra un patógeno puede adquirirse tras la exposición natural al mismo o, por otro lado, gracias a una vacuna. En algunas ocasiones, los mecanismos de inmunidad de estos dos tipos no son los mismos. En el caso de parásitos con ciclos de vida complejos, como podría ser el caso de Plasmodium falciparum, el parásito causa la malaria.

Carlota Dobaño, investigadora de ISGlobal, junto con su equipo llevan varios años estudiando la respuesta inmune inducida por la RTS,S, la vacuna más avanzada contra la malaria que se implementará este año a gran escala en África subsahariana. De esta manera, quisieron evaluar cómo afecta la vacunación a la inmunidad natural adquirida contra el parásito.

“Hasta ahora, la gran mayoría de los estudios de la RTS,S se han concentrado en evaluar respuestas específicas de la vacuna, y no en evaluar su influencia sobre respuestas hacia otros antígenos del parásito”, explica Gemma Moncunill, última autora del estudio. La vacuna RTS,S solo contiene un antígeno del parásito: un fragmento de la proteína CSP.

El equipo investigador analizó muestras de suero obtenidas de un total de 195 niñas y niños, vacunados o controles, que participaron en la fase 3 del ensayo. Asimismo, estudiaron los niveles y tipo de anticuerpos dirigidos contra un total de 38 fragmentos proteicos de P. falciparum, incluyendo la proteína CSP, antes y después de la vacunación.

78 eran de Kintampo, Ghana, una zona con elevada transmisión de malaria, y 115 eran de Manhiça, Mozambique, donde la transmisión es baja a moderada

Encontraron tres tipos de perfil de respuesta de los anticuerpos ante estos antígenos: los que disminuyen tras la vacunación, los que no cambian, y los que aumentan. Por esta razón, los del primer grupo en general son marcadores de exposición al parásito y estaban asociados a un mayor riesgo de contraer malaria.

Carlota Dobaño explica que, “pensamos que la eficacia parcial de la RTS,S permite que, cuando hay exposición posterior al parásito, el nivel de la infección sea suficientemente bajo para favorecer la producción de estos anticuerpos protectores”.

Carlota: “Este efecto se apreciaría sobre todo en regiones con niveles moderados de transmisión

Finalmente, los del tercer grupo se asociaron a una mayor protección, redujeron a la mitad el riesgo de contraer malaria. Estos anticuerpos protectores reconocen mayoritariamente a antígenos expresados por las fases del parásito que circulan en la sangre y que infectan a los glóbulos rojos.