Freda Jackson, de 81 años y de Blackburn (Inglaterra), viajó a Benidorm (Alicante) el pasado mes de mayo para pasar dos semanas de vacaciones, una estancia que recuerda como la peor de su vida porque había "demasiados españoles" en su hotel. “El hotel estaba lleno de turistas españoles y realmente nos pusieron de los nervios porque eran muy groseros”, recoge el periódico Lancashire Telegraph.

 

La turista, que tiene problemas de movilidad, se queja de que uno chico español casi la tira y "se fue sin siquiera disculparse". La turista también protesta porque "el entretenimiento en el hotel estaba enfocado y atendido para los españoles, ¿por qué los españoles no pueden ir a otro lugar para sus vacaciones?”.

La octogenaria viajó con una amiga a Benidorm y pagó 1.133 libras esterlinas (1.269 euros) por la estancia. Reclama ahora a la agencia de viajes que lo organizó el reembolso completo o unas vacaciones gratis. "Nunca me he quejado por unas vacaciones anteriormente, pero estas fueron un desastre de principio a fin”, concluye.