Ser madrileño en verano no es fácil. Viajas por España para salir de un lugar caliente como el infierno, gastas dinero en negocios locales, coges cariño al lugar al que vas pero te siguen viendo como un forastero año tras año. Encima, tu ciudad acoge a todo el mundo con los brazos abiertos y tú tienes que ver cómo se ríen de tí en redes sociales. Así ha querido explicar su experiencia un tuitero madrileño que ha escrito un hilo reflexionando sobre qué supone irse de vacaciones por España siendo de la capital.

"Lo del odio a los madrileños parece q se ha convertido en un deporte en tuiter. Cuando era niño e iba de vacaciones a Cáceres o a casa de mis primos vascos, siempre había coñas con los madrileños, pero se quedaba en eso, coñas. Que si chulos, q no habíamos visto nunca una vaca…", comienza diciendo el tuit. A continuación, se centra en el territorio gallego y muestra su asombro por el odio que se le tiene a los madrileños: Desde la pandemia empecé a percibir que la cosa iba a más. Se llegó a decir que estábamos esparciendo el covid por toda España, que a ver si nos moríamos. Me sorprendió el odio de muchos gallegos. Jamás pensé que podíamos caer tan mal a los gallegos. Escribes calamar+Madri y aparecen decenas de gallegos burlándose e insultando. Pero qué os hemos hecho los madrileños. Hasta tenemos un mote allí. Fodechinchos. Escapa a mi comprensión. Igual es que no están acostumbrados al turismo masivo, como ya había en otros sitios", destaca.

A continuación, Héctor Alonso explica que él vive en un barrio turístico y reconoce que, a pesar de que el turismo es molesto, explica cómo interactúa con ellos: "La verdad es que me importa un pepino de dónde son los turistas que vienen a mi barrio. No me fijo a ver de dónde son para cagarme en su comunidad de origen. Si me preguntan por una dirección -todos los días- soy amable.". Y a continuación, explica una situación personal que le tocó vivir: "El pasado sábado una pareja joven aparcó su coche en mi calle. No eran madrileños. Me preguntaron si les iban a multar porque no sabían si era zona de bajas emisiones. Les dije que sí. 90 euros. Se agobiaron. Les dije que yo podía tramitar una invitación metiendo la matrícula en la aplicación del móvil. Lo hice en el momento. Fliparon. No estoy seguro de que si eso le pasara a un madrileño en otra comunidad alguien haría lo mismo por él. Veo fotos de coches sumergidos por la subida de la marea en Galicia y solo hay comentarios de burla a los madrileños. Igual era de Orense el del coche. O de Pamplona. ¿Nadie quiso advertirles? Que se jodan, que son madrileños y luego hago la foto. Nos estamos acostumbrado a que nos llamen “escoria”: hoy mismo. “Sois escoria”, ha dicho uno que es de Álava y sociólogo".

Finalmente, termina por defender la actitud que tienen los madrileños en redes sociales con la gente de otras comunidades autónomas: "No suelo leer tuits de madrileños llamando “escoria” a TODOS los habitantes de Vitoria, o Ferrol, o Alicante. Parece que además tenemos que aguantarnos, porque si contestan aparecen otros doscientos más para insultarte. En fin, que nos hemos convertido en una especie de chivo expiatorio".