La novelista británica J.K. Rowling, conocida por su serie de libros de Harry Potter, ha expresado que no tiene intención de "perdonar" a Daniel Radcliffe y Emma Watson, protagonistas de la adaptación cinematográfica, por haber cuestionado sus opiniones sobre las personas trans. A través de una publicación en una red social, Rowling sugirió que las estrellas podrían "ahorrarse las disculpas".

Rowling, quien reside en Escocia, utilizó su plataforma para criticar a las figuras públicas que han apoyado la transición de género en menores. Tanto Radcliffe como Watson, parte del elenco de Harry Potter, se opusieron a las declaraciones de Rowling en 2020.

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Recientemente, se divulgó el informe Cass Review, que presenta recomendaciones al NHS (Servicio Nacional de Salud del Reino Unido) y expresa inquietudes sobre los servicios de identidad de género para jóvenes. El reporte señala una "evidencia notablemente débil" en cuanto a la intervención médica en el tratamiento de género para menores, un hallazgo que Rowling acogió positivamente, calificándolo de "momento decisivo".

En este contexto, un usuario de la red social interpeló a Rowling, sugiriendo que Radcliffe y Watson deberían ofrecerle disculpas públicas, a lo que la autora respondió con escepticismo: "Me temo que no es seguro".

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La polémica postura de J.K. Rowling

Rowling ha sido objeto de controversia y acusaciones de transfobia por sus comentarios sobre la identidad de género y su postura de que las mujeres trans no deben tener acceso a espacios exclusivos para mujeres cisgénero. Incluso desafió a la policía escocesa a detenerla bajo una nueva legislación contra el odio, tras referirse a varias mujeres trans como hombres.

Para ser más precisos, la polémica comenzó a intensificarse en junio de 2020, cuando Rowling reaccionó a un artículo que utilizaba el término "personas que menstrúan". La autora cuestionó la expresión, sugiriendo que se podría usar la palabra "mujeres" en su lugar. Esta declaración fue vista por muchos como una negación de la identidad de las mujeres trans y desencadenó una serie de respuestas críticas.

Rowling defendió su postura argumentando que el reconocimiento de la realidad biológica del sexo no es una forma de odio, sino una necesidad para discutir significativamente la vida de las mujeres. Sin embargo, sus comentarios fueron interpretados por algunos como un intento de invalidar la identidad de las personas trans y de excluir a las mujeres trans de los espacios femeninos.

La controversia se amplió con la promulgación de una nueva ley en Escocia que considera delito el fomento del odio basado en la edad, discapacidad, religión, orientación sexual e identidad transgénero. Rowling ha sido crítica con esta legislación, argumentando que podría ser utilizada para silenciar a quienes defienden la existencia de espacios diferenciados para mujeres y niñas.

En respuesta a la ley, Rowling desafió públicamente a la policía escocesa a arrestarla por sus comentarios, lo que añadió más leña al fuego de la controversia. Además, la periodista y presentadora trans India Willoughby reveló que había presentado una denuncia contra Rowling por supuesta transfobia, alegando que la escritora se refería a ella en masculino.

Rowling ha mantenido su postura, argumentando que la redefinición de "mujer" para incluir a cualquier hombre que se declare como tal tendría graves consecuencias para los derechos y la seguridad de las mujeres y las niñas. Ha advertido sobre los peligros de eliminar los espacios diferenciados para mujeres y niñas y ha criticado la injusticia de permitir que los hombres compitan en deportes femeninos y reciban oportunidades destinadas a mujeres.

Estas declaraciones han dividido a la opinión pública, con algunos apoyando a Rowling por defender lo que ven como derechos de las mujeres basados en el sexo biológico, mientras que otros la acusan de ser transfóbica y de contribuir a la discriminación contra las personas trans. La discusión continúa siendo un tema sensible y polarizador en la sociedad actual.

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