Más allá de los trenes, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, tiene bastantes aficiones desconocidas para la mayoría de la población. Su pasado como actor de teatro, con alguna actuación reconocida, le une al mundo de la cultura y su aireada afición al rugby, al deporte. Es esta última la que ha generado la más reciente de las exposiciones con las que el vallisoletano suele castigar en redes sociales a aquellos que intentan atacarles sin tener bien atada su estrategia.
Las víctimas han sido, nada más y nada menos, que 19 diputados del Partido Popular (PP). Flamantes representantes castellanoleoneses de los conservadores decidieron preguntarle al ministro, a través de una pregunta registrada en el Congreso de los Diputados, por su asistencia a la final del campeonato nacional de rugby, que se celebraba en Valladolid el pasado sábado. “¿En calidad de qué asistió? ¿Por qué no participó en la entrega de medallas?”, cuestionaron. Puente, sorprendido, calificó las preguntas como “esperpénticas”, anticipando que habría un hilo para evidenciar el ridículo.
Soy el primer y único político que ha sido portada en una revista referente del rugby
“Son malos, pero sobre todo muy torpes. Y están obsesionados conmigo”, cebaba el titular de la cartera de Transportes. Ocho horas después llegaría uno de los hilos en Twitter (ahora X) a los que tiene acostumbrada a su audiencia. “Acompañadme en esta triste historia”, arranca Puente, mostrando nada más comenzar que acudió al estadio José Zorrilla a disfrutar de la final que jugaban el VRAC Quesos Entrepinares y el Club de Rugby El Salvador, los dos equipos vallisoletanos y el primero de ellos al que anima el ministro.
Este gusto por el rugby es conocido desde su etapa de alcalde de Valladolid, que le valió algún reportaje en revistas especializadas. “Todo el mundo sabe mi afición por el rugby y mi compromiso con ese deporte. Fui el impulsor de la primera final de Copa que se jugó precisamente en el Estadio Zorrilla en 2016, con presencia de Felipe VI”, recuerda el ministro, recordando que este vento “abrió informativos” en varios países del mundo por ser “la primera vez que se llenaba un estadio de fútbol para ver un partido de rugby español”.
Acudí en calidad de Óscar Puente
“Soy el primer y único político que ha sido portada en la revista 22, referente del mundo del rugby, hoy desaparecida […] Recibí la insignia de oro del VRAC en el año 2019, algo de lo que creo que no puede presumir ningún alcalde de Valladolid”, alardea también. Además, recuerda que también asistió a la final de 2018, que enfrentaba a los mismos equipos y en la que acudió directamente a la grada para protestar por llevarse al evento a Valencia, pese a ser los dos equipos de pucela.
“A la final del pasado año asistí también y, esta vez sí, participé de la entrega de trofeos. Y por cierto, vistiendo la corbata de mi equipo”, recuerda Puente. “Así que sí, en efecto, el sábado no me quise perder el mejor partido de rugby que puede verse hoy en España, entre los dos mejores equipos de la historia del rugby español y además entre mi ciudad”, apunta, revelando que acudió “en calidad de Óscar Puente”, antes de explicar a que se debió su aparición no oficial.
Estoy de permiso de paternidad
“Como estoy disfrutando de permiso de paternidad por el nacimiento de mi hijo, me desplacé desde Madrid, donde resido, el mismo sábado, y me sufragué de mi bolsillo el viaje. No me parecía ético que lo hiciera el Ministerio, al no estar yo ejerciendo mis funciones”, detalla. “Por esa razón le expliqué a la federación española de Rugby que no participaría de la entrega de trofeos, ya que no me parecía ético, estando de permiso, formar parte del acto oficial de entrega, en el que sí participaron el resto de autoridades”, añade.
“Yo no me dedico a figurar”, defiende Puente, que está seguro de que le habrían atacado igual si hubiese participado en la entrega de trofeos o si no hubiese día. “Si lo mejor que tienen que hacer los parlamentarios de Castilla y León que firman la pregunta es dedicarse a esto, que luego no se extrañen de que los ciudadanos les pongan en la oposición, donde van a seguir muchos años, por torpes y por malos”, zanja el ministro, que lanzado un último grito virtual: “¡Que viva el Rugby!”.