El cantante José Manuel Soto ha concedido una entrevista al diario El Mundo, en la que ha recordado el episodio en el que se cagó en el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a través de su cuenta de Twitter. Aquel mensaje le costó la cancelación de varios de sus conciertos (incluso en Ayuntamientos dirigidos por el Partido Popular) y abrió un debate sobre los límites de la libertad de expresión. Ahora, recordándolo en esta entrevista, ha asegurado que "no es un fascista", sino que simplemente está disgustado con la situación del país, y ha achacado aquel comportamiento a que se "tomó unas copitas".
"Para hacer uso de mi libertad de expresión y cagarme en Pedro Sánchez, en su puta madre y en los millones de hijos de la gran puta que están de acuerdo con que España esté en manos de su peores enemigos, que os jodan", escribió en su momento en agosto de 2023, momento en el que los primeros contactos con los independentistas catalanes por la amnistía estaban forjándose. "Intento reírme pero el tema ha sido gordo. Lo he pasado mal. Un poquito sí me ha cambiado. Estoy más apagaete desde entonces. Reconozco que es culpa mía. No es un buen ejemplo. Está mal", expone ahora el cantante, que señala que esta es la época en la que menos conciertos ha dado de toda su vida.
"Me ha perjudicado económicamente, profesionalmente y un poquito socialmente. Te conviertes en un personaje incómodo. Me duele que la gente crea que soy un fanático, un exaltado, un intolerante o un fascista. Para eventos también me han llamado menos", reconoce. "En realidad no me apetece mucho. Me voy al campo. Estoy mucho tiempo solo [...], para eso soy flojo. Me da mucha pereza, pero, claro, también te preocupa cuando no te llaman. Quiero reconciliarme con el mundo. No he matado a nadie, ni he violado a nadie, ni he dado un golpe de Estado. Sabía que había metido la pata. Por eso tampoco puedes juzgar a nadie para toda la vida. Me duele que quede esa imagen de mí. No soy un fascista, joder. Sólo creo que España está en un momento complicado", argumenta.
"Soy un outsider. Me había tomado unas copitas"
El causante principal de aquel mensaje, a su juicio, fue que se había tomado "unas copitas" con unos amigos: "Cuando lo escribí no le di importancia. Venía de tomarme unas copitas con unos amigos. Un poco achispado. Uso un lenguaje coloquial. Aquí estamos todo el día así. Me acosté pensando que no iba a tener ningún recorrido. Al día siguiente empezó a llamarme un montón de gente", recuerda.
"Acabé aislado. Era la comidilla de todos los programas. La polémica interesa a todos los medios. Quiero que se hable de mí por otras cosas", señala el cantante, que se considera a sí mismo "un outsider". "No he estado bien llevado nunca. Me quemé muy pronto. Me estafaron mucho. Es que me putearon mucho en las grandes compañías. Todo era una estafa. Salí muy escaldado. Estuve en Sony y en otras compañías. Se quedaron con el 50% de mis derechos de autor de por vida. Un tío me ponía por delante un contrato a cambio de 15 millones de pesetas. Era un crío, pero tenía más de 18 años, así que no hay nada que hacer", expresa sobre su carrera.