Pasear por el centro de Madrid durante las fechas navideñas es ardua tarea. La cantidad de gente que se acumula en las céntricas calles de la capital hace casi imposible desplazarse con un mínimo de comodidad. Muchos establecimientos se han visto incluso obligados a colgar carteles de 'completo' al llenar sus aforos, y como consecuencia de tales aglomeraciones, la Policía Municipal ha puesto en marcha el protocolo que establece las calles de Preciados y del Carmen como vías de sentido único para que la gente camine en una misma dirección y así evitar mayores tumultos. Una medida que, tal y como han recordado los usuarios en las redes sociales, fue criticada por el PP cuando fue Manuela Carmena quien la aplicó. 

 

Como puede apreciarse en las imágenes, todo lo que se ve en la Plaza de Callao es una marea humana intransitable, por lo que la medida de establecer calles con sentido único es inteligente para aliviar la densidad. Sin embargo, la hemeroteca y Twitter no perdonan, y la misma medida que ahora aplica el PP fue criticada por ellos mismos en 2017, cuando fue la gestión de Manuela Carmena (Más Madrid) quien la decidió aplicar por exactamente el mismo motivo. 

"Los madrileños no somos un rebaño al que manejar al antojo de Podemos", aseguraron los 'populares' en su momento.

 

Numerosos usuarios se han lanzado a recordar este tuit ahora que los 'populares' han aplicado el mismo protocolo ante la necesidad de descongestionar los lugares más céntricos de la capital. 

 

 

 

 

 

La dura reflexión de un tuitero sobre Madrid

Precisamente sobre esta situación de masificación ha reflexionado el usuario de X (antes Twitter) Daniel Méndez, publicando un hilo con un análisis de estas aglomeraciones y sus causas.

"Madrid es la capital del tumulto. Hay colas por todos lados. 4 horas para comer una hamburguesa en el food truck de Dabiz Muñoz que acaban en reyertas. Colas de 200 metros para comer un buñuelo de bacalao. Turnos de más de 100 personas para comprar un bocadillo de calamares", comienza.

"Colas de magufos de las matemáticas que dan la vuelta a la manzana para comprar en Doña Manolita. Colas para comprar un mollete de tortilla de alta cocina en el Barrio de Salamanca", prosigue, en referencia a las miles de personas que se aglutinan en fila para comprar un décimo de lotería de Navidad en la emblemática administración.

 

"Mucha gente en España sufre jaranafilia, esa psicótica necesidad de ir a lugares llenos de gente y de ruido, de llegar a una playa vacía donde solo hay dos sombrillas y colocar la tuya junto a una de ellas (basado en un hecho real), de tirar petardos en comunión...", escribe Méndez, relatando lo acostumbrados que están algunos españoles a los lugares abarrotados de gente.

"Es la España que se va de puente a una ciudad contaminada, atestada de obras, de ruidos, de atascos y coches. Una España que ama la muchedumbre, el jolgorio, el infierno en vida". Así define Madrid este tuitero: como una "distopía de la espera".

"Madrid es la urbe perfecta para esos compradores de papel higiénico, para los jaranafílicos: una ciudad cada vez más desustanciada, focalizada en echar a sus ciudadanos y en llenarla de turistas desubicados", reflexiona.