Irene Villa fue víctima de un atentado de ETA por el que perdió las dos piernas el 17 de octubre de 1991. Durante toda su vida, se ha convertido en un ejemplo de superación y ha criticado con dureza la utilización de las víctimas del terrorismo por parte de la política.

A sus 41 años presenta Los ochomiles de la vida, un libro en el que narra sus experiencias. En una entrevista para El Mundo, Villa explica su forma de ver la política y el terrorismo: "Da igual que gobierne la izquierda o la derecha, todos tenemos que ir a una, mejorar y progresar. Pero es imposible, según quién gobierne cambia el discurso a su conveniencia. Un drama", explica al periodista Iñako Díaz Guerra.

"Yo ya de temas políticos no opino porque salí escaldada", señala sobre los ataques recibidos tras criticar que la derecha utilizaba políticamente el dolor de las victimas. Sobre la figura del terrorista, Irene Villa señala que "también cargan con lo suyo. Yo les veo como víctimas. De una situación, un contexto, una ideología. Pienso, 'me habrán quitado las piernas pero no la mente'. A mí nadie me ha captado ideológicamente y  qué duro es vivir preso de unas ideas".

Además, afirma que "se debe perdonar. Yo les perdono porque el peso de sus actos debe recaer sobre ello, no en mí. ¿Por qué voy a cargar yo con tu mierda? Alguien casi nos mata y, si no les perdono, voy a quedarme con la ira, el rencor, el resentimiento. Y no. Eso no es mío. Tú lo has hecho, peor para tí".