Las historias de Pilar Eyre sobre la Casa Real y, en concreto, sobre el rey Juan Carlos I no dejan a nadie indiferente. En el último texto publicado en su blog en la revista ‘Lecturas’ narra el episodio que vivió en Sitges en 1981 con el rey emérito y un whisky.

“Don Juan recorría incansablemente la costa mediterránea a bordo del ‘Kelismar’, el pequeño yate de su oftalmólogo, el doctor Muiños, cuya hija se casaría al cabo de los años con el amigo de Juan Carlos Josep Cusí”, relata para poner en tesitura sobre el reportaje que estaba haciendo por aquel entonces.

Tuvo que esperar a que el exmonarca se pusiera el atuendo adecuado mientras charlaba un rato con su padre. Tras escribir una pieza “suavizada sobre aquel día”, Eyre confiesa que Casa Real la llamó para quejarse, y es que esta fue la primera vez que lo hicieron, de ahí que lo recuerde con todo detalle.

En otra visita a Barcelona de los reyes, tras publicar el reportaje correspondiente, la institución volvió a quejarse. “Mi revista me acreditó y saludé a Sofía en el palacete Albéniz. Entonces se hacían reverencias, yo le estreché la mano y me dirigió una mirada tan gélida que creí morir. Conté que Juan Carlos había pedido un whisky. ‘¿No sabes que no se escriben las conversaciones privadas de sus majestades?’, explica la periodista experta en Casa Real.

Al cabo de los años, las quejas siguieron llegando, o de forma directa o por persona interpuesta, hasta el punto de desmentir sus informaciones con otros medios. Al final, Pilar Eyre​ confiesa que la última conversación con la Corona la tuvo hace un par de años: “Me llamaron para que no diera pábulo al rumor de que Letizia no había ido a ver a su suegro en una de sus operaciones. Estuvieron simpáticos y hasta me emocioné”.