Dani Alves había abandonado su imagen personal en su cuenta de Instagram desde su entrada de prisión en enero de 2023 tras ser condenado a cuatro años y medio de cárcel por una agresión sexual a una joven en Barcelona. Estuvo entre rejas poco más de un año en prisión preventiva y tras pagar la fianza de un millón de euros que el juez interpuso salió en libertad, pero ha tardado siete meses en volver a las redes sociales.
Así, durante este tiempo, el exfutbolista ha compartido fotos de paisajes, dibujos de sus hijos o mensajes importantes para él, pero no ha sido hasta ahora cuando ha compartido una imagen suya. Esta foto, en la que aparece sonriente frente a un paraje natural, deja dos detalles: tiene los comentarios desactivados y un mensaje subliminal en la camiseta.
Dani Alves aparece en una imagen de retrato de espaldas a la naturaleza, con una camiseta blanca en la que se puede leer en ingles “Good times are on the way”, que se traduce al castellano como “los buenos tiempos están en camino”.
Esta publicación ha conseguido más de 540.000 me gusta en Instagram en ocho horas.
La condena a Alves
La sentencia condenatoria contra Alves fue dictada en febrero de este año, cuando los magistrados le impusieron una pena de cuatro años y medio por la agresión sexual a una joven de 23 años en los lavabos de un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona. Así, la resolución consideró probado que penetró a la chica sin su consentimiento y con violencia. Con todo, la pena que finalmente se le impuso fue mucho más baja de la que solicitaban las acusaciones -9 años la Fiscalía y 12 la víctima- al aplicarle la atenuante de reparación del daño.
Entonces la defensa recurrió la sentencia y solicitó la absolución de su cliente mientras en paralelo su abogada pidió también que se le pusiera en libertad a la espera de que haya fallo definitivo, una sentencia que podría tardar al menos dos años. En una vista posterior, la abogada argumentó que su cliente había cumplido ya una cuarta parte de la pena, que no tenía ninguna intención de abandonar España -y es que el riesgo de fuga era el motivo por el que el deportista permanecía en prisión provisional- y que está empadronado en Barcelona.
Tan solo un día después, en una resolución dictada por mayoría y no por unanimidad, la Sección 21ª de la Audiencia de Barcelona accedió a su puesta en libertad bajo fianza de un millón de euros, que finalmente logró recabar. Libre, tras 430 noches encerrado en la cárcel de Brians 2, en la localidad de Sant Esteve Sesrovires, Alves pudo salir de prisión aunque tendría que cumplir con otras obligaciones impuestas por el tribunal para minimizar el riesgo de fuga.
Entre estas condiciones estaba su documentación. El que fuera jugador del Fútbol Club Barcelona, tuvo que entregar sus dos pasaportes -tanto el brasileño como el español- y ha tenido que presentarse una vez por semana en la Audiencia de Barcelona. Además, Alves no ha podido abandonar el territorio español ni podrá acercarse a menos de un kilómetro de la víctima o intentar comunicarse con ella.