El profesor y escritor Fernando Savater, recientemente recordado por su paso por Ciudadanos y el Partido Popular, por haber sido despedido de El País y por firmar artículos cargados de rabia contra la izquierda política y social, ha vuelto a la carga por año nuevo. Esta vez, lo ha hecho con un artículo titulado 'Malos propósitos' al que The Objective ha dado cabida y en el que no se demora más que al primer párrafo para llamar gorda a Lalachus.

"No tener ni curiosidad por cómo se dieron las campanadas de fin de año en las diferentes cadenas de televisión tiene sus inconvenientes, pero también algunas ventajas: le impide a uno discutir con sus contemporáneos sobre los méritos comparados del uniforme de la Pedroche sobre el fino humor de la Bitelchús o como se llame la tía gorda esa, pero nos deja más tiempo para meditar sobre la cuestión trascendental de los propósitos que hacemos para el nuevo año", arranca expresando el columnista, en un ataque, tanto a Cristina Pedroche, como a Lalachus. A continuación, da paso a la premisa principal del artículo: quiere hacer las cosas peor este año.

"¿Cuál es el peor rasgo de nuestro país, en cuya denuncia coinciden tanto la derecha como la izquierda? Sin duda, por lo que oigo, la polarización, el apocalipsis ideológico, la pasión que hace negar el pan y la sal al adversario. [...] De modo que el mejor propósito para el año 2025 debería ser templar el ánimo y procurar ser más comprensivos con quienes discrepan de nosotros. ¡Ah, pues esta es mi ocasión de romper con el aborrecible espíritu tolerante! No me propongo en los meses venideros disminuir el radicalismo de mis opiniones, sino que pienso llevarlo al máximo", prosigue el texto.

"Nietzsche dijo que no era un hombre, sino dinamita: pues bien, a mí la dinamita se me queda corta, soy un cóctel de trinitotolueno, fentanilo y botellón de orujo. Me niego a descartar la polarización como si ambos polos fueran igualmente rechazables. [...] No, señores míos y sobre todo señoras ajenas, un polo es positivo y, por tanto, aceptable, recomendable, y el otro negativo y perjudicial", opina el autor desde su propio sesgo.

"Si se suprime a Sánchez se suprimen los dos polos"

"Si admitimos que todos los polos son iguales, estamos ayudando al poder establecido, al autoritarismo gubernamental, que es el que ha creado el enfrentamiento como única ideología para quienes, Antonio Machado dixit, no utilizan la cabeza para pensar sino para embestir. La restauración de los bandos de la guerra civil, ambos desde luego bastante maltrechos, es una exclusiva del sanchismo, igual que la exhumación de Franco, de quien ni siquiera la familia se acordaba con mucho detalle", argumenta, afeando que se sacase al dictador del mausoleo conmemorativo en el que se encontraba.

"Si se suprime a Sánchez, políticamente hablando, claro, (aunque algunos de sus hoy aliados oportunistas le daban al verbo "suprimir" un sentido más hemoglobínico), no sólo se suprime un polo, sino los dos: de modo que negarse a contemporizar con ese felón no es una muestra de intransigencia, sino de salud mental", prosigue Savater, insultando al presidente del Gobierno y dejando caer que su eliminación política serviría para acabar con la polarización en España. A continuación, el columnista también carga contra el Estado autonómico y otros medios de comunicación: "Fraccionar España en califatos regidos por palurdos infectados de falsa historia y real egoísmo sectario es una canallada política propia de bandoleros, no de gobernantes. Y tan repudiable es la coalición que hoy usurpa torticeramente el poder como los mamelucos que pintan florecitas en las botas de quienes nos pisotean, desde los editorialistas de El País y los berreadores de la SER hasta los bichejos que se revuelcan en la Sexta y sitios así".

"A raíz de una polémica no muy ilustre en torno a una estampita aparecida en las campanadas de TVE, Jordi Évole ha proclamado "¡Viva todo lo que significa Bitelchús (o Lapachús o Marichús, como sea)!". Pues bien, que nuestra voz de combate sea: "¡Fuera todo lo que significa Bitelchús y sobre todo Jordi Évole!". Y no es que nos hayamos vuelto antisistema, sino que el sistema sanchista es evidentemente antinosotros", opina Savater, antes de concluir: "De modo que mi mal propósito de 2025 es aumentar cuanto pueda la ferocidad de mi polarización, que ya tantos me reprochan".