La aerolínea irlandesa Ryanair es conocida en Europa por ofrecer precios bajos en sus viajes a cambio de un servicio pésimo a los pasajeros y, en muchas ocasiones, contrario a la legalidad de los países en los que opera. Desde su filial de España ha decidido desplegar diversas campañas contra el Gobierno y sus ministros como respuesta a las actuaciones públicas que intentan poner coto a sus prácticas abusivas.
El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, había sido su objetivo hasta este martes, que han redirigido sus ataques al ministro de Transportes, Óscar Puente. La compañía ha buscado justificar el retraso de sus vuelos, asegurando que estos se incrementarán un 20% este verano si no se contratan más controladores aéreos. Tesis que ha desmontado rápidamente un propio controlador aéreo del aeropuerto de Barcelona – El Prat.
“Debido a la escasez de controladores aéreo, Ryanair prevé retrasos en sus vuelos y por ello ha instado públicamente al ministro de Transportes, Óscar Puente, a que incremente la contratación de profesionales para las torres de control de los aeropuertos”, recoge la aerolínea en un comunicado. “Los retrasos por el control aéreo son un problema generalizado en muchos países de la Unión Europea (UE), pero España ocupa el segundo lugar, solo por detrás de Francia”, añaden, buscando justificar los 11.576 retrasos que acumula este año.
“El problema no es el número de controladores, es que Ryanair quiere un espacio aéreo propio”, ha espetado el controlador aéreo del aeropuerto de Barcelona – El Prat. “Si pones escalas con un tiempo mínimo y tardas 5 minutos más por alguna razón y pierdes tu slot, el sistema de eurocontrol (automático) te pone a la cola, no te cuela por ser Ryanair”, ha desgranado. “Porque claro en verano todos queremos coger un avión, pero el espacio aéreo no es infinito y los aeropuertos tienen una capacidad determinada no por el número controladores si no por la infraestructura”, ha zanjado el profesional.
Porque claro en verano todos queremos coger un avión, pero el espacio aéreo no es infinito y los aeropuertos tienen una capacidad determinada no por el número controladores si no por la infraestructura.
— Álvaro Mateos (@amateos09) June 3, 2025
Una más de Ryanair
El ridículo de esta empresa y de su consejero delegado, Michael O'Leary, es la tónica habitual en España. La última vez que se evidenció fue para dar respuesta a la multa de 179 millones interpuesta a la aerolínea por “prácticas lesivas” como cobrar a los viajeros por el equipaje de mano, por la elección de asientos para los acompañantes de personas dependientes o por no aceptar pagos en metálico, entre otras muchas infracciones. Sin embargo, en vez de rectificar o pedir disculpas, Ryanair lanzó una campaña en la que vestía al ministro Bustinduy de payaso.
“Reserva precios locos antes de que un payaso suba precios”, recogía el cartel que portaba el CEO, al lado de dos figuras de cartón del ministro. O'Leary calificó al ministro como "ministro loco comunista", "loco político" y "payaso" y la compañía lanzó una campaña de marketing. "Yo soy el ministro de Consumo, mi obligación es defender los derechos de los consumidores", se limitó a responder Bustinduy, que no quiso entrar en el juego de Ryanair y advirtió que “ninguna campaña de insultos, de difamación ni de mala educación” le distraerían de su cometido.