El temporal Filomena dejó graves consecuencias en su paso por la Península. Especialmente dañinas fueron en Madrid, generándose así el debate de si las administraciones competentes habían tomados las medidas de prevención necesarias para evitar el caos que se generó tras las nevadas y la llegada del hielo.

Poco a poco, demasiado para algunos, las calles se fueron despejando y el hielo desapareció con la llegada de la lluvia. Sin embargo, los árboles caídos siguen siendo la postal en muchas calles de la capital. Es el caso del quiosco que Quique Peinado ha fotografiado y colgado en sus redes.

El periodista ha adjuntado estas instantáneas acompañándolas de un mensaje político cargado de crítica: “El viernes se cumplen tres semanas desde que empezó a nevar en Madrid y este pobre kiosko de Jerónima Llorente sigue viviendo dentro de un árbol caído. Es tremendo”.

El temporal, del que todavía quedan secuelas, obligó al Gobierno a decretar la zona catastrófica en Madrid, especialmente después de que tanto el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, como la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, lo pidieran abiertamente.