Asociado a la gastronomía de calidad, el vino tinto español suele ser aclamado en todo el mundo. Siempre tomándose con moderación, una o dos copas al día, el vino puede ser muy saludable para nuestra salud. Además de que beberlo sea un auténtico placer.

Como españoles tenemos la suerte de vivir en una tierra de viñedos donde esta bebida de sabor intenso está especialmente buena.

Hace siglos que existe la creencia de que el vino tinto tiene multitud de beneficios para el organismo del ser humano. Hoy en día, muchos de esos beneficios se han podido comprobar científicamente.

Aunque ElPlural.com alerta de que la ingesta de alcohol es nociva para la salud y puede provocar efectos contrarios a los que se citan aquí en el caso de excederse con la cantidad.

Estas son las 5 razones que te convencerán para incluir el vino tinto en tu dieta.

1.Puede prevenir el envejecimiento celular

Las sustancias que contiene, como los flavonoles, el resveratrol, los polifenoles, las antocianinas y los ácidos fenólicos, entre otras, actúan contra los ‘radicales libres’, que atacan al colágeno y la elastina haciendo que se pierda elasticidad y firmeza de la piel.

Provoca que aumenten las líneas de expresión, que aparezcan arrugas, alergias, deficiencias del sistema inmunológico y envejecimiento prematuro. Por lo que el vino previene ese envejecimiento.

2. Reduce los niveles de insulina en sangre: ideal para los diabéticos

Su eficacia real aún se encuentra en fase de experimentación, pero los estudios que se han publicado hasta ahora sí demuestran que el vino puede reducir los niveles de insulina en sangre debido a contener resveratrol, un controlador del azúcar que tenemos en la sangre.

3. Reduce el colesterol ‘malo’

El vino tinto es rico en antioxidantes y resveratrol, que actúa de vasoprotector, impidiendo así que las moléculas lipídicas se depositen en las venas y estas se obstruyan. Por lo que reduce el valor de colesterol en sangre.

4. Favorece la digestión

Aunque parezca increíble, varios factores del vino ayudan al aparato gastrointestinal a funcionar al máximo de las prestaciones. Entre ellos, sus azúcares, el efecto estimulante del alcohol y el buen sabor del vino. Por esta razón siempre se ha dicho que una copa de vino en la comida facilita la digestión y puede prevenir trastornos como el síndrome del colon irritable.

5. Nos ayuda a comer menos y a quemar grasa

El alcohol que tiene el vino ejerce un efecto calmante en nuestro estómago, lo que atenúa la sensación de hambre, nos sacia y favorece la digestión. Además, genera un efecto termogénico al acelerar el organismo, por lo que nuestro cuerpo quema las grasas más rápidamente.