Acalorado debate el vivido en el espacio En boca de todos de Cuatro entre la alcaldesa de Alcalá de Henares, Judith Piquet, y Ramón Espinar. En esta tensa charla, el politólogo ha criticado a la primera edil de la ciudad que todo aquello que tiene que ver con el centro de acogida de menores no acompañados lo aborde como si fuera, simplemente, una persona que pasaba por allí y sin responsabilidades, cuando es la persona de mayor autoridad en esta localidad. Así, para Espinar, "algo tendrá que decir y que hacer para resolver la situación. Es decir, si hay unos jóvenes ahí dentro acinados con una política de recepción y acogida de inmigrantes que no es de recibo porque no se puede tratar así a menores, lo que hay que hacer es darle alternativas y oportunidades, pero si estos problemas están existiendo, el Ayuntamiento deberá hacer algo más que vehicular la protesta para sacar rédito político".
Este sería el tema principal del debate, que llegaba tras nuevas manifestaciones de grupos ultras frente al centro, girando, así, en torno las competencias del Consistorio Municipal alcalaíno, pues para Ramón Espinar, al ser esta administración pública la encargada del desarrollo de acciones relacionadas con la ciudadanía de esta localidad, la alcaldesa podría estar trabajando en proyectos de integración, en lugar de solo mostrar sus quejas en televisión. Cuestiones que Judith Piquet respondía en todo momento pareciendo querer desviar la atención, no queriendo reconocer la parte que le corresponde en la gestión de esta situación y, en un momento determinado, asegurando que "tiene 200.000 alcalaínos de los que preocuparse", como si estos inmigrantes no debieran recibir su atención.
La alcaldesa afirmó que, por su cargo, es la voz de los vecinos y que, por ello, no se coloca detrás de una pancarta sino que exige responsabilidades y medidas al delegado del Gobierno de España. "No me interesa la confrontación ni la pelea política sino el bienestar de los vecinos", llegaba a aseverar durante el debate.
Un argumento que no encontraba la validación de Espinar, pues el politólogo se quejaba de verla hacer, efectivamente, peticiones al delegado del gobierno pero como una ciudadana más, olvidando sus obligaciones. "Usted tiene recursos. Alcalá de Henares es una de las ciudades más grandes de la Comunidad de Madrid, y más que muchas capitales de provincia, por lo que gestiona un gran presupuesto público", le decía a la alcaldesa, por lo que le pedía ofrecer alternativas, como talleres o convivencias, entre otras posibilidades, para evitar casos de este tipo.
Negativa de Judith Jiménez a los comentarios de Ramón Espinar, volviendo a afirmar que ella gestiona dentro de sus competencias, que la inmigración corresponde al ejecutivo nacional, el cual, según ella, tiene a estas personas "abandonadas". Así, subrayaba que su competencia es la Policía de Alcalá de Henares, la cual expone haber detraído para reforzar la seguridad. "A mí no me corresponde gestionar toda la inmigración que está trayendo del Gobierno de Sánchez y que es incapaz de abarcar... No me corresponde a mí y, por eso, como alcaldesa y alcalaína sufro las consecuencias diarias", continuaba insistiendo sin mencionar ninguna acción en favor del colectivo inmigrante que desarrolle su Ayuntamiento ni posibilidades que podrían llevar a cabo de la mano del Ejecutivo nacional.
Ante esto, Ramón Espinar en su réplica puso el foco, de nuevo, desde un primer momento en la gestión de los recursos de esta ciudad, un argumento ante el que la alcaldesa mostraba desacuerdo criticando que el politólogo estaba jugando a la trampa y seguía convencida de que no son sus competencias. Argumentos a los que Espinar respondía diciendo que el centro de inmigrantes, obviamente, no es de su competencia, pero sí ordenar y organizar la convivencia en Alcalá de Henares, así como llevar a cabo acciones para mejorar la vida de esos jóvenes y sus vecinos; sin embargo, tal y como exponía, el politólogo la alcaldesa ha decidido que "los inmigrantes se gestionan con Policía y que quiere instigar la movilización porque le viene bien como baza electoral".
Sin cambiar de respuesta, Judith Piquet volvía a cerrarse en torno a que no es a ella a quien le corresponde la gestión de los inmigrantes manifestando, curiosamente con gran seguridad, que "yo no me tengo que ocupar de los inmigrantes". Una afirmación que podría dejar varias dudas y ante la que Espinar volvía a evidenciar que "se tiene usted que ocupar de los ciudadanos de su ciudad, no hay inmigrantes y no inmigrantes, sino el conjunto de los ciudadanos".
Gestione y hágase cargo... Deje de llorar en la televisión
Ante el agitado debate, Nacho Abad entraba en esta conversación y preguntaba a Ramón Espinar si lo que proponía a la alcaldesa era el desarrollo de acciones como la puesta en marcha de cursos de idiomas o de preparación para el mercado laboral, por ejemplo, una cuestión que recibía una respuesta afirmativa de parte del politólogo. Ante eso, el presentador devolvía la pelota a la alcaldesa a la que pedía una réplica ante la que, nuevamente, parecía mostrar no querer saber nada de los inmigrantes que se encuentran en el centro porque, según su perspectiva, su Ayuntamiento "no tiene que hacerse cargo de lo que es incapaz de gestionar el Gobierno español", a lo que añadía "tengo 200.000 alcalaínos de los que preocuparme", pareciendo escurrir el bulto y no pretender que su Consistorio ponga en marcha acciones de integración social, volviendo a aludir, curiosamente, a que el politólogo estaba jugando a despistas a la gente.
"Desde el año 82 hay en España un sistema de gobierno multinivel, en el que las administraciones se coordinan para resolver problemas, y usted este problema no lo quiere resolver, lo quiere convertir en bandera electoral", sentenciaba Ramón Espinar.