Su hijo Javier daba a conocer la noticia en la jornada del 7 de agosto, lo hacía en su perfil de 'X', donde la definió como "una gran mujer, una gran madre, una luchadora", traslandado también el buen recuerdo con el que se queda de ella y agradeciendo todo lo que pudieron compartir. "Me quedo con sus enseñanzas, su alegría y su fortaleza. Siempre en pos de la Justicia por el asesinato de su hijo, mi hermano José. Mamá: es un orgullo ser tu hijo", escribía.
Maribel Permuy dejó huella entre los periodistas. Incansablemente luchó para obtener justicia para su hijo, quien fuera asesinado por el Ejército de EEUU en Bagdad en 2003 mientras se encontraba cubriendo la guerra de Irak. Couso, que se encontraba ejerciendo como cámara y reportero gráfico fallecería a causa del ataque de los estadonunidenses al Hotel Palestina de la capital iraquí, en el que se encontraba alojado junto a otros miembros de la prensa internacional. Ataque que también dirigieron a otras dos sedes en las que se reunían los periodistas: la de Al Jazeera y la del canal Abu Dhabi.
Tarek Ayoub, Taras Prosyuk y José Couso fueron los tres periodistas que murieron en aquella triste jornada, que también dejó numerosos heridos tras el disparo del tanque al hotel, al que estuvo apuntando antes de lanzar el proyectil pues esperaba una autorización que, finalmente, obtuvo. Un duro golpe para la prensa que provocó un apagón informativo en aquella jornada del 9 de abril del 2003, ya que, a raíz de este ataque, periodistas y cámaras, además de tener que llevar de urgencia a los afectados al hospital, debieron pasar el día barajando opciones de seguridad. Esto llevó a que las tropas americanas pudieran avanzar en Bagdad sin que ninguno de sus movimientos o forma de operar fuera captado.
La pérdida de José fue un duro golpe no solo para el periodismo, sino, obviamente, para su familia. No obstante, el inesperado adiós a Couso dio unas fuerzas enormes a su madre, quien comenzó un arduo proceso de lucha para pedir justicia, pues consideraba que normalizar lo ocurrido sentaría un muy peligroso precedente contra la libertad de prensa. Couso y su madre se convirtieron en un símbolo en España, no solo para denunciar este ataque, sino que fueron otro ejemplo más de las consecuencias que dejaba la decisión de Aznar de vincular a España en esta guerra iniciada por los americanos. Cuatro hijos, compañeros y amigos que apoyaron a Maribel Permuy, a los que se sumaron miles de ciudadanos que denunciaron con energía la muerte del cámara y este conflicto armado, pues este no fue un gaje del oficio sino un ataque premeditado.
La lucha inicidada por Permuy encontraba adeptos, pues la Justicia también le apoyaba. Los distintos magistrados de la Audiencia Nacional que se hicieron cargo del caso, entre ellos adquiriendo especial protagonismo Santiago Pedraz, realizaron imporantes avances en la investigación, afrontando las presiones de EEUU y de los obstáculos de la propia Fiscalía española.
Pedraz se volvió una pieza clave en la lucha por conseguir justicia para Couso. Se encargó de recabar testimonios y pruebas que le llevaron a considerar que había pruebas sólidas de que la muerte del cámara fue un crimen de guerra. Desde su despacho salió una orden de búsqueda y captura contra tres de los militares estadounidenses que abrieron fuego contra el Hotel Palestina. El magistrado viajó a Bagdad en 2011 y ratificó sobre el terreno los indicios con los que partía en este viaje.
Tristemente, se produjeron reformas legislativas que llevaron a que la muerte de Couso y el esfuerzo realizado para conseguir la merecida justicia quedara en nada. Si bien, la lucha de Maribel Permuy continúo siendo férrea, tanto porque no se olvidara el nombre de su hijo y su inmerecida muerte, como por la libertad de información.
Luto en el periodismo, Maribel Permuy se había convertido en una referente y la prensa agradeció todo el empeño que puso en su lucha. Quizás, el objetivo final no se alcanzó, pero ha logrado que el debate siga estando sobre la mesa. Desde la profesión, solo puede haber palabras de agradecimiento para ella.