El escritor estadounidense Dan Brown, autor de superventas como El código Da Vinci, Ángeles y demonios o Inferno, ha sido distinguido este jueves con el Icono Global del Año en los Premios Esquire Hombre del Año 2025, celebrados en el Real Casino de Madrid, en reconocimiento a su trayectoria literaria y su influencia internacional.
Brown ha recogido el galardón pronunciando su discurso en un español fluido y cargado de ironía. “Un compañero me acaba de decir: ‘Daniel, no he leído tu libro, ¿cuál es el último secreto?’ (en referencia al título de su última novela). Y le he contestado que el mayor secreto es cómo un país con tanto talento decide dar un premio a un tipo poco moderno, viejo, calvo y además de Estados Unidos”, ha bromeado ante los asistentes.
Más allá del tono humorístico, el escritor ha agradecido “este honor” en una noche en la que ha coincidido con “numerosos líderes en sus respectivos campos, desde chefs y músicos hasta artistas y deportistas”. En su intervención, ha defendido que alcanzar la excelencia en cualquier disciplina exige imaginación, creatividad y autoconocimiento, y ha subrayado que la lectura es “un impulso poderoso” para desarrollar esas cualidades.
Un vínculo forjado en España
Dan Brown ha recordado que su camino como escritor comenzó en España cuando tenía 15 años, durante una estancia como estudiante de intercambio en Gijón, donde empezó a escribir un diario. Aquella experiencia marcó su relación con el país. “Me enamoré de la comida, del paisaje, de la cultura, de la gente y de la música”, ha relatado.
El autor ha explicado que regresó durante varios veranos y que incluso pasó un año entero estudiando Historia del Arte en la Universidad de Sevilla, lo que, según ha expresado entre risas, explicaría “el misterio de mi extraño acento, un poco asturiano, andaluz y de Boston”. También ha recordado con un tono humorístico su paso por una banda de rock llamada Piropo: “Tocábamos fatal… Ricky Martin no tenía nada de lo que preocuparse”.
Horas antes de la gala, Brown fue preguntado por un periodista sobre qué aspectos de la cultura española le habían influido más. La respuesta ha sorprendido incluso a su interlocutor. “Creo que esperaba que dijera Cervantes, Picasso o García Lorca”, ha confesado el escritor. “Pero dije la verdad: las tres cosas que más me gustaban en aquellos años eran Mecano, Emilio Butragueño y los churros con chocolate”, ha aseverado.