Chiqui Martí fue durante un tiempo uno de los rostros más habituales de nuestra pequeña pantalla. A sus 54 años, la catalana es una de las bailarinas de danza erótica y pole dance más distinguidas de nuestro país pese a que inicialmente no contó con el apoyo de su familia. Martín ha trabajado con multitud de rostros célebres, como es el caso de Shakira, de la que no guarda un buen recuerdo. Este martes, 12 de agosto, la artista compartía su mala experiencia en Y ahora, Sonsoles.
Martí respasaba su trayectoria profesional junto a Pepa Romero en el magacín de Atresmedia cuando la presentadora le preguntaba sobre su experiencia trabajando con Shakira. La bailarina fue la encargada de enseñar pole dance a la colombiana para el videoclip de Rabiosa, en 2011.
Desde el primer instante, la cara de Martí lo decía todo. Finalmente, terminaba desvelando que la experiencia no fue nada agradable: "Rabiosa me puso a mí el primer de los cuatro días que tenía que trabajar". "Fue el primero y el último día que le di clases. Al día siguiente fue una asistente mía", reconocía Chiqui Martí.
Jorge Javier Vázquez trató de sonsacarle esta información hace años durante sus visitas a Sálvame, pero nunca lo logró. La misma Martí lo recordaba este martes desde la competencia: "Es que yo nunca he hablado de esto, pero ahora ya… Cuando Jorge Javier vea esto se va a enfadar porque me lo ha intentado sacar mil veces".
La bailarina explicó que la actitud de Shakira nunca fue la más acertada: "Llevaba medias y no se las quería quitar. Le dije que, si era por celulitis, estuviese tranquila, que la tenemos todas. ¿Qué mujer no tiene celulitis?", decía Martí, señalando que la colombiana no fue fácil de enseñar.
Por último, la invitada también desveló que la estrella le rompió los escalones de su escuela de baile con el coche: "Para que no la vieran salir, su hermano hizo el coche para atrás y la vieron igual. Te digo una cosa, ella llamó a la prensa".
La caída que pudo acabar con su carrera
Si Martí tuviera que marcar algunos puntos clave en su línea del tiempo, el 2004 sería uno de ellos. La bailarina, durante un ejercicio de telas en un espectáculo de Toledo, cayó desde una altura de cuatro metros, provocándole una tetraparesia severa por impacto. “Se me pone la piel de gallina”, decía este martes cuando recordana el incidente.
La bailarina reconodió que la información le sobrepasó en un primer momento, lo que le llevó a asegurar que se había quedado tetrapléjica, cuando “la tetraplejía es irreversible, y la tetraparesia puede o no serlo”. Afortunadamente, en su caso no lo fue, pero sí que llegó a perder la movilidad desde el cuello hasta los pies.
“Recuerdo estar en el hospital, ver un reloj enorme, y decirle al doctor: 'Píncheme algo, que a las seis tengo tiempo de ir, terminar y cerrar la sesión'”, contaba ante Romero. Martí aseguró que el fallo fue úniamente suyo: "Menos mal que me caí sola, no le puedo echar las culpas a nadie y es mi responsabilidad. Lo que no pasa en tres meses de entrenamiento pasa en segundos. (...) Para mí no era una opción quedarme en una silla de ruedas”.