La Estación Espacial Internacional está que bulle de actividad en estos últimos días. Si ayer les hablábamos de la microcámara enviada por la compañía española Satlantis para analizar parámetros medioambientales de la Tierra, mañana Bob Behnken y Doug Hurley se convertirán en los primeros pilotos en llegar hasta ella a bordo de una nave espacial privada: el Crew Dragon de SpaceX. 

Los dos astronautas de la NASA serán los encargados de llevar a buen puerto un proyecto que ha tardado diez años en hacerse realidad. La colaboración entre la agencia aeroespacial estadounidense y la compañía de Elon Musk podría significar el nacimiento de una nueva era para su sector. 

SpaceX lanza mañana el primer vuelo tripulado privado hasta la Estación Espacial Internacional

Queremos devolver a Estados Unidos los vuelos espaciales con retorno tripulados por humanos

Patriotismo

No solo eso. La narrativa de la misión está centrada en “devolver a Estados Unidos los vuelos espaciales con retorno tripulados por humanos”, como se destaca en la web de SpaceX. Recordemos que, desde 2011, todos los lanzamientos de la NASA con destino a la Estación Espacial Internacional se han realizado a bordo de cohetes rusos y han partido de Kazajistán.

Lori Garver, que fue uno de los máximos responsables de la NASA durante el gobierno de Barack Obama, asegura que este proyecto es “el abecé del capitalismo”. Y añade: “Al gobierno no se le dan tan bien estas cosas. Hemos estado realizando lanzamientos durante 50 años y la industria ha estado haciendo todo el trabajo. ¿Por qué no dejar que se encarguen ellos y comprar nosotros el servicio?”. Aun así, la viabilidad económica de este nuevo modelo está por demostrar. De momento, no hay ahorros.

Behnken y Hurley suman más de 1.400 horas en el espacio

Los protagonistas

Pero mañana los protagonistas no serán los financieros, sino Behnken y Hurley. Eso sí, desde la distancia, porque las clásicas imágenes de los espectadores en directo desde las gradas tendrán que sustituirse, como mucho, por las de las pantallas de videoconferencia. “Un aspecto definitivamente un poco decepcionante de esta pandemia es el hecho de que no tendremos el lujo de que nuestras familias y amigos estén en el Kennedy [Centro Espacial Kennedy, Florida] para asistir al lanzamiento. Pero, obviamente, es lo correcto en el entorno actual”, explicaba Hurley en una rueda de prensa hace unos días.

Ambos llevan preparándose para la misión desde 2018, cuando la NASA se la asignó. Y entre los dos suman más de 1.400 horas en el espacio. Además, han volado en el transbordador espacial en dos ocasiones.

El habitáculo del Crew Dragon parece más el de un Tesla minimalista, que el de una nave al uso

Aprendizaje

Según Behnken, “aprender [a manejar] un vehículo siempre tiene aspectos similares, ya sea un avión o un coche. Obviamente, es un poco más fácil conducir un coche que una nave espacial. Pero lo que quiero decir es que aprendes los sistemas, cómo interactuar con el vehículo y también a gestionar los fallos si se producen. Aprendes a vivir con ese vehículo en el espacio”.

Aun así, el Crew Dragon de SpaceX es muy diferente del transbordador espacial. En el vídeo del interior de la nave publicado en la web de la compañía, se puede apreciar que los clásicos botones y joysticks han sido sustituidos por pantallas táctiles. Todo el habitáculo parece más el de un Tesla minimalista, que el de una nave al uso.

Pero no es el mayor cambio que han experimentado los pilotos. Según explicaba Hurley a The Verge, “con el transbordador, decíamos: oye, no dejo de cagarla en este procedimiento, ¿Podemos cambiarlo para asegurarnos de que nadie la vuelve a cagar con él? Era muy duro. Tenías que hablar con cien personas para conseguirlo. Aquí, cuando necesitas que se cambie algo, lo pueden hacer en un momento y que esté preparado para la próxima misión o simulación”.

Mañana veremos si esa capacidad para realizar modificaciones y toda la innovación que lleva encima el Crew Dragon sirven para algo. Como explican los responsables de la compañía: “Demo-2 es la gran prueba final para que el sistema de vuelo espacial de SpaceX sea certificado por la NASA para misiones operativas tripuladas hacia y desde la Estación Espacial Internacional”. Y veremos si realmente Behnken y Hurley dan el primer paso en una nueva era.