La figura del unicornio procede de la mitología que lo representa como una especie de animal con cuatro patas de antílope, barba de chivo y, cómo no, un cuerno en mitad de la frente.

Ya en la modernidad, por cuestiones meramente comerciales, estos bichos dejan a un lado lo menos vendible para convertirse en caballos que conservan el peculiar cuerno.

Sea con una u otra forma, lo cierto es que los unicornios son protagonistas de muchas historias, algunas de las cuales desembocan en el posible valor que pudieran tener en caso de existir de verdad, y eso que hay quien defiende haberlos visto alguna vez.

Es evidente que la mitología ha evolucionado tanto que el término unicornio ya no se refiere a ese bonito caballo con un cuerno, sino a una startup poderosa que alcanza un valor de 1.000 millones de dólares, antes de su salida a bolsa.

En el mundo

Casi nada. A nivel mundial Uber sigue llevándose la palma dentro de las empresas unicornio. Hay que decir que, incluso, en algunos momentos se habla de ‘súper unicornios’, cuyo exponente más importante es Facebook que antes de salir a los parqués ya estaba valorada en más de 100.000 millones de dólares.

En los listados que cada año elaboran expertos en la materia, al margen de Uber, dominan empresas chinas y estadounidenses, con aparición espontánea de alguna compañía india.

España también tiene a sus representantes. Quizás el más conocido es Cabify, fundado por Juan de Antonio y que, aunque ahora mismo en su país de nacimiento se habla más de su ‘guerra’ con el sector del taxi, en otros estados triunfa con su modelo de transporte.

El resultado del éxito de su modelo es una valoración que, en la actualidad, supera los 1.200 millones de euros.

Cuando alguien se lanza al campo del emprendimiento a través de una startup se marca como objetivo, en primer lugar, sobrevivir. Una vez esto se consigue, el siguiente es triunfar. El último pasa por convertirse en ‘unicornio’.

De ahí que existan análisis de las compañías cuya evolución les conducirá a tener la consideración del, tan querido por muchos niños, animal mitológico; o lo que es lo mismo, un valor de en torno a los 1.000 millones de dólares.

Es lo que hizo Forbes, el pasado mes de octubre, con el ranking de las 25 empresas que llegarán a ser unicornios. Entre ellas, de nuevo, aparece una española: Flywire.

Creada hace ocho años por Iker Markaide, estudiante español que se trasladó a Boston para cursar un MBA. Como sucede con muchas de las startups en su nacimiento se encuentran los inconvenientes a los que tuvo que hacer su fundador a la hora de realizar pagos internacionales.

Con Flywire, cuya sede central está en la citada ciudad estadounidense donde se creó, pero que tiene presencia en varios países del mundo, lo que se busca es, grosso modoseguridad y más simplicidad a la hora de realizar estas operaciones.

Lo que parece evidente es que el futuro de la compañía está garantizado.

Por cierto, a modo de curiosidad, el término unicornio dedicado a las empresas con un valor superior a los 1.000 millones de dólares antes de su llegada a la bolsa lo utilizó por vez primera Aileen Lee, fundadora de Cowboy Ventures, hace una ‘eternidad’, allá por 2013.