Si se mantiene la tendencia actual, se prevé que 575 millones de personas seguirán viviendo en la pobreza extrema y 84 millones de niños no podrán ir a la escuela en 2030. Unas cifras que las Naciones Unidas califican de “escalofriantes”. 

La pobreza tiene múltiples caras y genera actitudes hostiles hacia quienes la sufren

En el día internacional para la Erradicación de la pobreza, la institución quiere llamar la atención sobre sus “múltiples vertientes, algunas visibles y otras invisibles”. Porque, como explica, las personas que viven estas situaciones “son blanco de actitudes hostiles. Se les estigmatiza, discrimina, juzga, por ejemplo, por su aspecto, acento, su discurso -o la falta del mismo-, se les culpa de su situación y se les falta al respeto”.

Elon Musk y Larry Ellison suman una fortuna suficiente para mantener a los 700 millones de pobres del mundo durante casi un año

Desigualdad

La institución hace referencia a “estimaciones recientes” que apuntan a que en 2023 casi 700 millones de personas en todo el mundo subsistían con menos de 2,15 dólares al día. Es decir, estaban por debajo del límite de la pobreza extrema.

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Como contrapartida, la fortuna de Elon Musk [fundador de Tesla y SpaceX entre otros proyectos] se calcula en 265.000 millones de dólares, según datos de la revista Forbes. Si la repartiese entre esos 700 millones de personas, recibirían unos 378,5 dólares cada una, con los que podrían vivir 176 días.

Si le sumásemos la del fundador de Oracle, Larry Ellison, que Forbes calcula en 211.000 millones de dólares, juntos podrían asegurar prácticamente el sustento de esos 700 millones de personas durante casi un año entero.  

En total, las 10 personas más ricas del mundo según Forbes suman un patrimonio neto de 1,63 billones de dólares. Si lo repartiesen entre el total de la población en situación de pobreza extrema, cada persona recibiría 2.329,29 dólares, con los que podrían vivir más de 1.000 días.

Mucho camino por recorrer

La ONU calcula que harán falta casi 300 años “para eliminar leyes discriminatorias, acabar con el matrimonio infantil y cerrar las brechas de género en la protección jurídica”.

Esa falta de cobertura por parte de los estados provoca una situación incluso más grave: “El maltrato social e institucional se retroalimentan y se conforman como una violencia de doble filo, que ahonda en la injusticia”.

Una realidad que “se agudiza aún más para las personas que se enfrentan ya a otras formas de prejuicio, por temas de género, orientación sexual, raza o etnia”.

La pobreza es el resultado de las decisiones que toman —o dejan de tomar— las sociedades y los gobiernos

Evitable

El secretario general de las Naciones Unidas, Antònio Guterres, señala los motivos de esta desigualdad: “La pobreza no es inevitable. Es el resultado directo de las decisiones que toman —o dejan de tomar— las sociedades y los gobiernos”.

Por eso, asegura que para acabar con ella “es preciso dar prioridad a las inversiones en trabajo decente, oportunidades de aprendizaje y mecanismos de protección social que ofrezcan medios para salir” de esas situaciones.

Más grave

En 2020, la crisis de la COVID-19 “provocó el retroceso más significativo en su reducción en décadas”, según la ONU, ya que 71 millones de personas más cayeron por debajo del límite de 2,15 dólares al día ese año en comparación con 2019.

Además, la proporción de trabajadores del mundo que viven con menos de 2,15 dólares al día se redujo a la mitad en los últimos diez años: del 14,3% en 2010 al 7,1% en 2019. Sin embargo, en 2020 aumentó por primera vez en dos decenios tras la pandemia de COVID-19. La ONU prevé que “no se alcanzará el objetivo mundial de acabar con la pobreza extrema para 2030”.

Esta situación es especialmente grave en el caso de la infancia. Según las Naciones Unidas, uno de cada seis niños vive en situaciones de pobreza. Entre 2013 y 2022, el número de ellos que vivían con menos de 2,15 dólares al día se redujo de 383 millones a 333 millones, pero los efectos económicos de la COVID-19 hicieron que se perdieran tres años de progreso.

En 2021, el 53% de la población mundial —4.100 millones de personas— no se beneficiaba de ninguna forma de protección social. Y la institución explica que “la pobreza extrema se concentra en los lugares donde resultará más difícil eliminarla: los países menos desarrollados, las zonas afectadas por conflictos y las zonas rurales remotas”.

Pero el mal no acaba ahí: “Las perspectivas también son sombrías para casi el 50 % de la población mundial que vive con menos de 6,85 dólares al día, la medida utilizada para los países de renta media-alta”.