Son las peores inundaciones en más de tres décadas y, como consecuencia de ellas, más de dos millones de niños están en peligro. Las lluvias en Bangladesh ya han afectado a 5,6 millones de personas y Unicef advierte del peligro para toda la población de la zona.
“Los ríos principales del sudeste se están desbordando debido a un monzón con lluvias sin precedentes”, explica la organización. Según sus datos, al menos 52 personas han fallecido ya.
Más de medio millón de personas buscan refugio
Peligro de las inundaciones
Más de medio millón de personas buscan refugio después de que sus hogares hayan sido destruidos por las crecidas en las regiones de Chattogram y Sylhet.
Además, según Unicef, “millones de niños y familias están atrapados sin comida ni artículos para paliar la emergencia”. Sus voluntarios, junto al personal del gobierno, están llevando a cabo operaciones de rescate, “aunque el acceso continúa siendo difícil en algunas áreas”.
Y se espera que en los próximos días la situación afecte a más personas, puesto que la temporada de monzón continúa.
Estas inundaciones son un recordatorio trágico del impacto de la crisis climática en los niños
Crisis climática
La representante de Unicef en el país, Emma Brigham, ha afirmado que “las inundaciones devastadoras que se están produciendo en la parte oriental de Bangladesh son un recordatorio trágico del impacto implacable de los eventos climáticos extremos y la crisis climática en los niños”.
A su juicio, “demasiados niños han perdido a sus seres queridos, sus hogares y escuelas; y ahora están completamente desahuciados”. Por eso, la organización está en primera línea, “proporcionando tabletas para purificar agua, sales hidratantes orales y otros artículos esenciales”.
Aun así, no es suficientes: “Se necesitan muchos más fondos para dar respuesta a estos niños y prevenir un impacto incluso más devastador en su futuro”. En total, la organización espera reunir 35 millones de dólares para esta emergencia humanitaria.
Los niños, víctimas
Unicef explica que “el cambio climático es una amenaza directa al bienestar de los niños. En muchos países, el incremento del nivel de mar y de las temperaturas, ya supone una enorme tensión en el ecosistema, que afecta a los lugares en los que las personas pueden vivir y cultivar alimentos de forma segura”.
La importancia es tal que “la crisis climática está provocando una crisis en los derechos de los niños. Está creando crisis de agua, de salud, de educación de protección y de participación”.
Más del 99%
Según sus datos, “más del 99% de los niños en todo el mundo están expuestos en la actualidad a al menos uno de los riesgos climáticos y medioambientales, problemas y tensiones como la escasez de agua, varios tipos de inundaciones, y exposición a enfermedades y contaminación”.
La situación es todavía más complicada cuando se suman varios de estos elementos en una misma población, porque hace que se “refuercen y magnifiquen”. Una situación que, además, “acentúa las desigualdades y hunde más todavía a los menores desfavorecidos en la pobreza”.
Europa
En el caso de Europa, la mayor exposición es a la contaminación atmosférica, seguida de lejos por las olas de calor, la contaminación de suelo y agua y levemente por el incremento del nivel del mar.
Además, la organización señala que el aumento de las temperaturas y otros cambios medioambientales harán que “las enfermedades que todavía no han sido erradicadas sean más peligrosas. Está previsto que el hábitat para los mosquitos que transmiten la malaria, el dengue y la fiebre amarilla casi seguro se extienda, con lo que se cobrará un peaje todavía mayor entre las comunidades que ya sufren en gran medida estas enfermedades”.
Expansión
En concreto, el dengue es el mal que se está extendiendo de forma más rápida entre los transmitidos por los mosquitos. Se estima que 3,9 millones de personas están potencialmente expuestas a él. Y, por supuesto, los más pequeños son los más vulnerables.
Y Unicef avisa de que aunque “enfermedades como la malaria afectan en mayor medida a las áreas rurales, tienen el potencial de expandirse a asentamientos urbanos, que ya están sufriendo los incrementos del nivel de contaminación atmosférica”.
Sin comida
Otro de los aspectos más preocupantes es la seguridad alimentaria que “durante mucho tiempo ha sido una realidad en muchas comunidades de todo el mundo”.
Los riesgos de quienes ya la sufren y de poblaciones que se verán afectadas pronto “se incrementarán por el cambio climático. Se prevé que las temperaturas más cálidas reducirán las cosechas y generarán aún más tensión en el suministro alimenticio mundial”.
Para los menores, “incluso breves períodos de infranutrición significan un mayor riesgo de muerte por infecciones comunes y un daño para su desarrollo durante toda la vida”.