¿Nos puede ayudar la inteligencia artificial a detener la desertificación de la península? Es la pregunta que traslada el blog de CaixaBank a Rafael González Perea, ingeniero agrónomo que ha ganado el premio a la mejor tesis doctoral en el sector agroalimentario, otorgada por la Cátedra AgroBank de la Universidad de Lleida. Preocupado por la creciente desertificación, busca la manera de aplicar en la producción agrícola las mejores innovaciones tecnológicas del momento, como el big data y la inteligencia artificial.

A nuestro país podría ocurrirle lo mismo que al Sahara, antiguamente un vergel repleto de vida y ahora un desierto.

Algunos estudios, como el del Ministerio del Medio Ambiente, incluso ya ponen un dato sobre la mesa: alrededor del 80 % de la superficie de España está en riesgo de convertirse en desierto. De ahí que investigaciones como la de Rafael González sean claves para paliar los efectos del cambio climático.

El ingeniero agrónomo Rafael González Perea

“Eso no es todo —explica González en una entrevista concedida a CaixaBank—. A eso hay que sumarle que de aquí a 2050, según datos de la FAO, deberíamos aumentar la producción de alimentos entorno a un 50 %. Y si en España no tenemos suficiente suelo para incrementar los cultivos, estamos ante un paradigma bastante negativo”.

El objetivo de González Perea es optimizar la agricultura de regadía sin aumentar la superficie cultivable a través del big data y la inteligencia artificial. “Lo que intentamos es anteponernos a la demanda que va a tener una comunidad de regantes en 1 o 2 días; así adecuamos la estación de bombeo a ese día, adecuamos la red de distribución a la demanda, evitamos pérdidas en la red…, incluso podemos llegar a contratar a tiempo real la energía para disminuir el consumo”.

De esta manera hay un uso más racional de los recursos, ahorro de costes, incremento de producción agrícola y otros muchos beneficios derivados del análisis de las necesidades y comportamientos de la comunidad de regantes.

La nueva revolución agrícola pasa necesariamente por la tecnología. Los profesionales del campo, conscientes de los retos a los que se tienen que enfrentar por el cambio climático ya están tomando medidas. “En todos los eslabones de la cadena del mundo agro se está intentando utilizar el big data y la inteligencia artificial como una herramienta más”.

A esas tecnologías se van sumando cada vez más, como el uso de drones para la recogida de datos, una manera muy útil de entender qué está pasando con las cosechas en tiempo real y actuar en consecuencia. Pero todavía queda mucho trabajo por hacer.

Por su parte, la Cátedra AgroBank Calidad e Innovación en el sector agroalimentario de la UdL, creada en 2016, tiene entre sus objetivos fundamentales potenciar el reconocimiento de la investigación de excelencia que se está desarrollando en el ámbito agroalimentario, promover la transferencia de conocimiento científico y técnico entre investigadores, profesionales del sector y clientes de la entidad financiera, e impulsar la calidad e innovación en el ámbito agroalimentario. AgroBank, la línea de negocio de CaixaBank especializada en los sectores agrario y agroalimentario, financia esta Cátedra de la Universidad de Lleida (UdL), que abrirá en otoño el plazo para presentar candidaturas a la cuarta edición de este galardón para tesis doctorales.

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