A pesar de que desde ciertos sectores se sitúa la polémica abierta entre el gobierno de EEUU y Huawei en torno a temas comerciales que afectan a la “seguridad nacional” -con el punto de mira puesto a propósito en el tema de los smartphones-, en otros se habla abiertamente del 5G y su desarrollo como detonante de un conflicto cuyas consecuencias finales todavía se desconocen.

Y es que el impulso de esta tecnología se ha convertido en uno de los grandes objetivos a medio plazo tanto de las compañías que lo desarrollan, como de las operadoras y de los países. Sin embargo, no todo lo que rodea al 5G es positivo.

Esto es que se desprende de lo dicho ayer por el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, en el sentido de que la implantación de esta red en España afectará a la ciberseguridad. No obstante, también afirmó que los riesgos serán superados con éxito gracias al propio desarrollo tecnológico.

Sanz Roldán lo aseguró en el marco de la conferencia en la que participó en la Feria Internacional de Seguridad y Defensa (FEINDEF) que se celebra hasta hoy en Madrid. En ella, avisó de que el "gran error" de la era actual puede ser "percibir mal" la realidad.

Y claro, hablando de este asunto salió el nombre de Huawei, no en vano, el desarrollo del 5G está en España en manos principalmente de la compañía china.

El máximo responsable del CNI ensalzó la preparación tanto técnica, como humana que tiene nuestro país en materia de ciberseguridad, poniendo como ejemplo la red de fibra óptica, que en España es más extensa que la de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Portugal juntas, alcanzando el 80 por ciento de la población, por el 8% del territorio germano.

Para respaldar sus afirmaciones, también mencionó que España cuenta con protocolos en ciberseguridad como la Estrategia de Seguridad Nacional o los desarrollados por el Centro Criptológico Nacional que permitieron que por ejemplo el virus Wannacry no afectara gravemente al país mientras, que logró paralizar la sanidad de Reino Unido.

En este marco, el director del CNI ha puesto el foco en el Internet de las cosas", que pronostica que dentro de pocos años hasta 1.000 millones de cosas "hablarán entre ellas". En relación con esto mencionó los coches autónomos, que en contacto con sus servidores podrá verse en la tesitura de chocar contra un perro grande que le causará daños seguros o un bebé pequeño. "Y lo decidirán las cosas", remarcó.