En estos tiempos actuales en los que la modernidad tiene que ir, sí o sí, de la mano de las nuevas tecnologías, los avances en este campo, en ocasiones, juegan malas pasadas.

Ahora mismo, llevar un teléfono móvil con una pantalla inferior a 5 pulgadas es casi una ofensa, cuando hace apenas un año y medio semejante tamaño era sinónimo de ‘zapatófono’.

Lo importante en octubre de 2018 en lo que a las NNTT se refiere tiene que ver, sobre todo, con el internet de las cosas y, como si de un mantra que se sitúa por encima de estos y otros asuntos, la seguridad a la hora de hacer uso de lo último en tecnología e innovación. El tema de una pantalla mayor o menor o que el smartphone disponga de 2, 3 o 4 cámaras, se queda en el anecdotario.

Sin duda alguna, el apartado que más preocupa a fabricantes y usuarios por razones obvias, es el de la seguridad. En particular si se hace público que algunos de los grandes emblemas de esa modernidad, el coche eléctrico/autónomo y la conectividad, son vulnerables ante los amigos de ajeno y de una manera muy sencilla.

Los coches Tesla se sitúan, tal vez, a la cabeza de esa ‘modernidad’ como paradigmas. De manera que el robo de uno de estos vehículos supone, también, el claro ejemplo de que lo más nuevo, con los últimos avances en materia de conectividad segura, es susceptible de caer en manos de los delincuentes gracias ¡a una tablet!

Le sucedió al propietario de uno modelo Tesla S en su domicilio inglés de Epping, Essex, que decidió subir la grabación de cómo actuaron los ‘cacos’ a YouTube consiguiendo en apenas tres días más de 440.000 visualizaciones.

Tal y como se puede comprobar en el vídeo, en solo unos minutos el carísimo coche cae en poder de los delincuentes. Basta con que estos se hagan con la señal del sistema y creen una especie de puente entre la tablet que porta uno de ellos y el coche.

Todo a su favor

Muchos se estarán preguntando por la llave física del Tesla que no está al alcance de los delincuentes. Según explica el propietario “estaba en la parte posterior de la casa”. Con ese puente propio de película de hace unos años, pero sin necesidad de tocar cables bajo el volante, lograron hacerse con el PIN para conducir que “estaba desactivado”, mientras “la entrada pasiva estaba habilitada”.

Las malas noticias para el dueño del vehículo no se quedaron en que los ladrones se lo llevaran. En estos tiempos de tecnología todo el mundo sabe que un teléfono o un portátil se pueden localizar en caso de robo ¿cómo no va a suceder lo mismo con un coche? La respuesta la ofrece la víctima en una ampliación que ha incluido en su vídeo publicado en YouTube y que se reproduce íntegramente a continuación:

De acuerdo con Tesla, incluso si los ladrones deshabilitaran el acceso remoto, el fabricante podría volver a encenderlo y/o rastrear el vehículo. El hecho de que no puedan hacerlo significa que los ladrones retiraron la SIM física (aparentemente fácil de obtener) o que utilizaron un dispositivo alimentado por batería para bloquear el acceso a Internet en el vehículo.

Ya se sabe que la modernidad, en ocasiones, juega en contra de quienes presumen de ella. Por desgracia, en estos casos, casi siempre a costa o en perjuicio de alguien.