Que una crisis económica no afecta a todos por igual es algo que casi nadie se atreve a poner en duda. El ejemplo más reciente todavía se padece por la zozobra económica vivida en los últimos años. Sus consecuencias en España han sido demoledoras, siendo el desempleo la principal, pero ¿qué influencia puede tener en las posibilidades futuras de encontrar trabajo la situación social de las personas afectadas?

Los expertos revelan que en Europa es complicado determinar si nuestro lugar en la escala social durante la adolescencia afecta a las oportunidades que tendremos en la vida adulta.

“Es difícil”, asegura Olga Cantó, Profesora titular de Fundamentos de Economía de la Universidad de Alcalá de Henares e investigadora de Equalitas, porque “existen muchos matices” para establecer esa correlación, a lo que hay que añadir “los pocos análisis estadísticos que comparen entre países”.

Precisamente ella y Silvia Avram, de la University of Essex, han publicado uno de los ofrece una respuesta a esa relación de causa efecto entre escala social y situación laboral. Forma parte de los informes que publica periódicamente el Observatorio Social de “la Caixa”.

No todos somos iguales

Bajo el título ‘Situación laboral y origen familiar en Europa durante la crisis: no todos somos iguales’ las autoras analizan las condiciones que se han dado en España, Polonia, Italia, Holanda y Reino Unido.

La principal conclusión para Cantó es que el sistema educativo en países como España e Italia “no es capaz de proporcionar a las familias que tienen dificultades económicas y una ocupación/formación baja, las mismas oportunidades que se le presentan a las que se encuentran en una situación contraria”.

El análisis se diferencia de otros en que “evaluamos el origen social de forma más amplia de lo que es habitual”. Esto se debe a que se han incluido “además de factores como la educación y la ocupación, otros como la información sobre la situación socioeconómica del hogar o que se trata de un hogar monoparental”.

Del trabajo del Observatorio Social de “la Caixa” se extraen otras consideraciones en las que España no queda en buen lugar. En el momento más duro de la crisis se aprecia que las “posibilidades de empleo de hombres y mujeres se redujeron de manera importante”. La probabilidad laboral se incrementa a medida que lo hace el origen social del demandante. 

A pesar de lo anterior, la incidencia de la recesión con respecto al futuro laboral y las oportunidades de, por ejemplo, los adolescentes, según ese origen social, no se puede comprobar estadísticamente (de España solo hay encuestas hasta 2011), reconoce Cantó.

No obstante, un dato que revela a ELPLURAL.COM la autora pone de manifiesto que, en el caso español, esas diferencias quizás “no tengan tanto que ver con la recesión, como con lo que ya ocurría antes”. 

Incidencia sobre los salarios

A pesar de que “no vemos todavía un impacto real sobre los salarios” debido a la ausencia de datos, un vistazo al estudio del Observatorio Social de “la Caixa” pone de manifiesto que la diferencia, según el estatus social, también se acentúa si se habla de salario y de empleo estable.

En palabras de Olga Cantó, a las dificultades laborales de ese núcleo de población en momentos de crisis se une un peor sueldo y una inestabilidad mayor marcada por la precariedad.

De nuevo en este apartado España suspende (junto con Italia y Reino Unido), puesto que un origen social bajo “es sinónimo de una calidad menor en los empleos a los que pueden acceder”, en comparación con los de un origen social alto.

En un momento como el actual, en el que las cifras del INEM provocan un choque de declaraciones entre agentes sociales y Gobierno, el informe pone los puntos sobre las íes con una afirmación contundente: “En España, Italia y Polonia la probabilidad de tener un empleo temporal es mayor en los hombres y mujeres de origen social más bajo que en los de medio o alto”.

Y si esto sucede con la calidad en el empleo, algo similar pasa con los salarios. En este punto, la situación si cabe es más sangrante, indica. En los casos español e italiano especialmente se ve que el origen social, de donde provengas en términos de familia, “impacta más en las oportunidades del empleo, su calidad y el nivel salarial”.

Educación

Asimismo es muy significativo el caso de los hombres con niveles de estudios universitarios. “Según los datos que plasmamos en el estudio, si proceden de un origen socioeconómico mejor tienen un salario hora más alto”, indica.

En el año 2001, a propósito de varios casos de nepotismo, el entonces presidente de Galicia, Manuel Fraga, pronunció una frase paradigmática: “Los hijos de buena familia son más listos y cuando concursan en una oposición tienen más posibilidades de alcanzar el éxito. Los hijos de las familias prominentes salen mejor preparados”.

Esa sentencia, extrapolada a los parámetros analizados por este informe, bien podría ser complementada con que también ellos -los hijos de familias prominentes- tienen unas posibilidades laborales mayores y mejores solo por su origen social o por sus apellidos.

En España, el apellido García no deja de ser el más repetido y el menos glamouroso, pero ¿no han cambiado nada las cosas?

La respuesta la ofrece Olga Cantó, para quien, en la actualidad, con tasas de pobreza cada vez más altas, “se supone que las diferencias han aumentado”.

La afirmación anterior, sin embargo, debe ser matizada por el tiempo. Ahora mismo “no lo podemos saber”. Habría que esperar 15 años, aproximadamente, para determinar “si los adolescentes que ahora tienen 14 años pertenecientes a familias en situaciones más complicadas por la recesión, han visto disminuir sus posibilidades futuras” en cuestiones como el empleo o el salario.

En nuestro país, al no disponer de datos ahora mismo no cabe un aseveración sobre el impacto negativo de esas condiciones socioeconómicas. La mala noticia es que esa información comparada sí existe en otros países como EEUU con una conclusión muy clara: el fenómeno se repite.