El anuncio de las primeras designaciones arbitrales de la temporada 2025/26 en LaLiga han traído consigo una de las novedades de cara a la nueva campaña: los colegiados ya no aparecen registrados con sus dos apellidos, sino que ahora lo hacen con su nombre y el primero de estos. Una medida impulsada por el equipo del presidente del CTA, Fran Soto, que tiene como objetivo humanizar a los árbitros y acercarlos a la sociedad. Además, para evitar presiones, durante el año se anunciarán las designaciones tan solo con 24 horas de antelación.

Esto supone el cambio de una norma que llevaba vigente desde la época del franquismo. En el año 1969, debutó en Primera División el árbitro murciano, Ángel Franco Martínez. Su controvertido apellido invitaba a los juegos de palabras a la hora de criticar algunas de sus actuaciones, pudiendo interpretarse estos como una forma de atacar al franquismo. Se dieron titulares en la prensa y comentarios en los estadios como “Qué malo es Franco” o “El partido lo ha arruinado Franco”.

Una situación que generó incomodidad en el régimen de Francisco Franco y provocó un cambio en la regla: desde ese entonces, todos los árbitros serían citados con sus dos apellidos. Una norma que, en el resto de Europa, nunca se ha aplicado, pero que en España ha tenido vigencia durante más de 50 años. Una nueva era en la que Gil Manzano dejará atrás el Manzano para ser Jesús Gil, lo mismo para Alberola Rojas, que pasará a ser Javier Alberola, y así con el resto de los árbitros de LaLiga EA Sports.

Sin embargo, hay gente que no es muy aficionada a los cambios y, a través de las redes sociales, ha expresado su disconformidad: “Uno es Arberola Rojas y el otro es Muñiz Ruiz, aunque se pongan caretas, conocemos a los delincuentes”, “La anglicanada de poner nombre y apellido, ¿a santo de qué? 60 años llevamos con los dos apellidos” o “La revolución es que ahora hay que llamarlos por su nombre y apellido...” son algunos de los comentarios que se han podido leer en redes sociales en los últimos días.

El árbitro que dio origen a la norma, Ángel Franco, tuvo una dilatada carrera en Primera División, arbitrando en la categoría durante más de cinco años. Durante sus primeros años como colegiado, no pudo dirigir finales de la Copa de España, pues a esta acudía Francisco Franco, quien no podía permitir que se escucharan insultos que incluyeran su apellido. No fue hasta 1975 cuando al murciano se le dejó hacerlo, arbitrando las finales de 1978, 1980 y 1984. Además, fue colegiado internacional y dirigió dos encuentros en el Mundial de Argentina en 1978. Fue vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros hasta 2018 tras su retiro y falleció en 2024 a los 86 años. La RFEF emitió un comunicado al respecto.

La polémica no desaparece

La primera jornada de LaLiga EA Sports no ha estado exenta de acciones polémicas, de las cuales muchas tuvieron lugar en el Mallorca-FC Barcelona del pasado sábado. La jugada más discutida fue la del segundo tanto azulgrana, cuando Ferrán Torres anotó con el central del Mallorca, Raíllo, tendido en el césped. Una situación en la que José Luis Munuera, árbitro del encuentro, decidió no parar el juego, lo que suscitó numerosas críticas por parte de los jugadores, cuerpo técnico y aficionados del conjunto balear.

En el resto de la jornada, se han cuestionado rojas como la mostrada a Reina en el Villarreal-Oviedo o el penalti pitado por Francisco José Hernández por un leve pisotón de Juanlu a Nico Williams en el Athletic Club-Sevilla. Algo que hace presagiar que, pese al lavado de cara del CTA y las nuevas medidas para proteger a los árbitros españoles, la crítica estará presente, al igual que los errores. La humanización del colectivo no depende de un cambio de nombre o de no anunciar con tiempo las designaciones, pasa por que el ecosistema del fútbol cambie radicalmente, y reine en este el respeto que merecen todos los profesionales que participan de el espectáculo cada fin de semana.

Súmate a

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio