Los Oklahoma City Thunder se pueden convertir en la nueva dinastía de la NBA, y es que los números no engañan. A día de hoy se encuentran en primera posición del Oeste, con un ratio de victorias impresionante. Se encuentran con un récord de 23-1, perdiendo solo ante Portland en un partido ajustado que se decidió en los últimos segundos. Su estrella, el actual MVP Shai Gilgeous-Alexander, sin jugar los últimos cuartos, está liderando la liga en anotación y todo parece apuntar que se llevará el MVP esta temporada también, si las lesiones le respetan.

Es un equipo perfectamente conformado, con una primera línea que mete miedo a cualquier equipo y con un banquillo que es la envidia de la liga. Además, gracias al traspaso de Paul George (que puede considerarse como el peor traspaso del siglo en la competición), cuentan con varias primeras rondas del draft protegidas. ¿Qué significa esto? Si los Rockets (Top 4), 76ers (Top 4) y Clippers (sin proteger) en el sorteo del próximo draft, que se antoja bastante potente, reciben un pick por debajo del top 4, OKC recibiría dos picks entre las cuatro mejores elecciones del draft.

Con todo esto encima de la mesa, y teniendo en cuenta que desde los Warriors de Curry, Klay y Draymond un mismo equipo no gana el anillo dos años consecutivos… ¿se puede imaginar a los Thunder como el próximo rey de la NBA?

Unos números de escándalo

A pesar de que las estadísticas no lo son todo, son un gran indicativo del nivel que tiene un equipo y los de OKC asustan y mucho. Para empezar, los Thunder son el tercer equipo de la historia que consigue ganar 23 de los 24 primeros partidos junto a los Knicks del 69 y los Warriors del 2016. Además, el año pasado consiguieron el cuarto mejor récord de la historia (68-14) y, si contamos el récord de la temporada anterior y la actual, estarían en un impresionante 91-15.

Otra de las bazas que hace temible al conjunto dirigido por Mark Daigneault es la defensa: son el equipo que menos tiros de campo permiten (36,7%) y a la vez el que menos acierto concede (42,3%). También son el equipo que menos puntos en la pintura permite (38,3 por cada 100 posesiones) y el que más robos por partido promedia con 10. Los jugadores exteriores usan mucho las manos en defensa y, aunque les piten muchas faltas, no siempre se pueden pitar todas, por lo que acaban robando muchísimos balones por atosigar a los atacantes. Estos números no son casualidad, ya que la defensa está pensada al milímetro para ser lo más atosigante posible.

La base de la defensa es la protección de la pintura, como casi todos los equipos de la liga, pero hay una gran diferencia. Los jugadores exteriores tienen perfiles parecidos: Caruso, Cason Wallace, Lu Dort son jugadores muy atléticos, que cambian rápidamente de marcas, lo que hace que sea imposible para sus rivales entrar y les obliga a tirar tiros forzados. En resumen, la defensa de los Thunder se basa en: presión, ayudas, uso de manos y control de la pintura.

El ataque del Oklahoma City Thunder se posiciona como uno de los más eficientes de la liga gracias a su alto Rating Ofensivo y un Porcentaje de Tiro Efectivo (eFG%) que está entre los mejores de la NBA, lo que subraya su predilección por tiros de alto valor. Esta ofensiva está anclada en el liderazgo de Shai Gilgeous-Alexander (SGA), quien domina la media distancia y la penetración para generar contacto, llevando al equipo a ser líder en tiros libres intentados. El sistema fomenta un espaciado 5-out y el movimiento de balón, lo que se refleja en su alto Ratio de Asistencias y la alta frecuencia con la que generan triples de esquina abiertos. Además, su capacidad para castigar las pérdidas forzadas con una eficiencia de élite en el contraataque y su disciplina para mantener una baja Tasa de Pérdidas de Balón hacen de OKC una máquina anotadora difícil de detener.

Shai superlativo

El nivel de Shai Gilgeous-Alexander es de superestrella absoluta y élite de la liga, como lo demuestra su reciente campaña de MVP de la NBA, donde se consolidó como el líder de un equipo campeón. SGA promedia una línea estadística excepcional, superando los 33,8 puntos, 4,7 rebotes y 6,4 asistencias por partido, con una eficiencia notable con porcentajes altos de tiro de campo y de tiros libres, siendo estos últimos una de sus mayores fortalezas ofensivas. Su impacto es masivo, logrando récords de anotación personales y llevando al Thunder a tener un diferencial de puntos abrumador cuando está en la cancha. La habilidad de Gilgeous-Alexander para anotar consistentemente, incluso manteniendo una racha histórica de partidos de más de 20 puntos, lo coloca en un grupo selecto de leyendas de la NBA, liderando a OKC con un liderazgo implacable y constante. Además se encuentra jugando tan solo 33 minutos por partido, sin apenas jugar los últimos cuartos debido a la gran diferencia de puntos a la que llega el partido al cuarto cuarto.

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