La temporada del RCD Espanyol no está dejando indiferente a nadie. El conjunto perico ha pasado de salvar la categoría en la última jornada de la pasada campaña a instalarse en la zona alta de LaLiga EA Sports, donde marcha quinto y plenamente metido en la pelea por Europa. Un salto competitivo que explica muchas cosas… y que también señala a varios nombres propios dentro del vestuario. Uno de ellos es Omar El Hilali, lateral nacido en L’Hospitalet de Llobregat, consolidado en Primera y convertido en una de las caras visibles de este Espanyol que ha cambiado la angustia por la ambición.

En ese contexto de crecimiento colectivo se produjo una imagen llamativa hace apenas unos días. Durante la visita de Felipe VI a L’Hospitalet con motivo del centenario de la ciudad, el Rey se detuvo a saludar al futbolista blanquiazul y lo felicitó personalmente por la gran temporada del equipo. Un gesto simbólico, pero revelador, que sirve como punto de partida para entender el momento, tan intenso como contradictorio, que vive El Hilali: peso creciente en su club, reconocimiento institucional… y, al mismo tiempo, un duro revés internacional al quedarse fuera de la Copa África con Marruecos.

De L’Hospitalet a Primera, sin atajos

Omar El Hilali es el ejemlo claro de cantera. Hijo de padres marroquíes que emigraron a Cataluña en los años noventa en busca de una vida mejor, nació y se formó en L’Hospitalet de Llobregat, donde el fútbol convivía con el trabajo duro y la integración. Tras pasar por las categorías inferiores del Espanyol, su salto al primer equipo no fue inmediato ni sencillo. Pero cuando llegó, lo hizo para quedarse. A día de hoy, ya ha superado los 100 partidos oficiales con el primer equipo, una cifra que habla de continuidad, confianza y jerarquía pese a su juventud.

En lo estrictamente deportivo, la temporada de El Hilali ha tenido curvas. Tras un final de curso anterior notable, el inicio de este campeonato fue más irregular. Perdió la titularidad durante varias jornadas, sufrió en algunos duelos defensivos y tuvo que recomponerse mentalmente.

Sin embargo, en las últimas semanas ha reaparecido el lateral que explica su valor: sólido atrás, profundo en ataque y valiente en el uno contra uno. Un futbolista que no se esconde y que encaja en el perfil de lateral moderno que exige el fútbol actual. No es casualidad que Manolo González haya vuelto a confiar en él en un momento clave de la temporada.

El golpe de Marruecos y la Copa África

Si hay una espina clavada este año, es la no convocatoria con Marruecos. El Hilali ya había debutado con la absoluta, apenas tres minutos, pero suficientes para cambiar su estatus, y ese estreno activó incluso una mejora contractual automática en el Espanyol. De hecho, ese debut provocó un auménto de su cláusula de rescisión, que pasó de los 25 a los 30 millones de euros.

El portal Transfermarkt lo tasa en 15 millones de euros, situándolo como el jugador más valioso de la plantilla perica. Una cifra que explica por qué su nombre ha aparecido en rumores estivales, sonando para clubes como el Bayer Leverkusen y por qué en el club saben que retenerlo será cada vez más difícil si mantiene el nivel. Todo apuntaba a que la Copa África sería su consolidación internacional.

Pero Walid Regragui decidió dejarlo fuera de la lista definitiva, incluso con la ausencia de Achraf Hakimi para el debut por una lesión en el tobillo. En su lugar, entraron nombres más experimentados como Noussair Mazraoui o Mohamed Chibi. Un jarro de agua fría para un jugador ambicioso, que no ha ocultado su deseo de crecer con la selección. En el Espanyol, la noticia se recibió con alivio deportivo, no perderlo en enero, pero nadie ignora el impacto personal y profesional que supone quedarse fuera de un escaparate como la CAN.

Un discurso incómodo sobre inmigración

Más allá del césped, El Hilali también ha sido protagonista en alguna ocasión por sus declaraciones sobre inmigración. Trascendió especialmente una respuesta durante una entrevista en el periódico de Girona 'betevé': "A mí, la gente que no sabe que soy futbolista me miran como si hubiera cometido 40 delitos. Y eso nos perjudica. Creo que sería muy sencillo que aquellas personas que no vienen a trabajar hay que devolverlos al país del que vengan, sea cual sea".

Además, el futbolista perico defendió que "la mayoría de gente extranjera, ya sea de Marruecos o de Rumanía, de donde sea, viene a trabajar". A su vez, señaló que "hay una minoría que viene aquí y no viene a buscarse el pan de cada día. Pues yo pienso que esa gente lo que hace es manchar. Como, por ejemplo, han venido mis padres". Un posicionamiento que generó debate, críticas y apoyos, pero que volvió a situarlo como un futbolista sin miedo a opinar, incluso cuando el tema incomoda.

Una temporada que puede ser histórica

El Espanyol entra ahora en el tramo decisivo de la temporada con una realidad muy distinta a la de hace un año. Ya no compite desde el miedo, sino desde la ambición. Y en ese escenario, el rendimiento de jugadores como Omar El Hilali será clave para sostener el salto competitivo del equipo. Su capacidad para recuperar regularidad, imponerse en su banda y seguir creciendo como lateral de Primera marcará buena parte de las opciones blanquiazules de mantenerse en la zona alta.

A nivel personal, el curso todavía ofrece margen para cambiar el relato. La ausencia en la Copa África duele, pero también libera foco y le aporta continuidad en el cuadro perico. El Hilali tiene por delante semanas decisivas para consolidarse, reforzar su liderazgo en el vestuario y confirmar que su nombre no es solo una moda pasajera, sino una apuesta de presente y de futuro. Si el Espanyol mantiene el pulso competitivo y él sostiene el nivel mostrado en los últimos partidos, la temporada puede acabar siendo histórica. Para el club. Y para un futbolista que, paso a paso, sigue construyendo su lugar en la élite.

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