En una noche que ya forma parte de la historia de la NBA, Nikola Jokić protagonizó una reacción contenida pero elocuente después de superar el récord de asistencias de todos los tiempos para un pívot, dejando atrás a la leyenda Kareem Abdul‑Jabbar. El momento captado en redes sociales resume la grandísima actuación del jugador de los Denver Nuggets en la victoria ante los Orlando Magic, un hito que vuelve a recalcar su impacto en la liga.

Jokic y ese gesto que lo dice todo

En el Ball Arena de Denver, tras la victoria de los Nuggets por 126‑115 ante los Orlando Magic, la cámara captó a Nikola Jokić con un gesto tranquilo, casi introspectivo, mientras los hinchas celebraban otro récord histórico. La reacción del tres veces MVP fue moderada (sin gestos exagerados ni celebraciones estruendosas) pero cargada de significado: una expresión serena que refleja la forma en que el serbio vive sus éxitos, con enfoque en el juego y sin distracciones ajenas al baloncesto. Ese momento ha circulado ampliamente en redes, subrayando cómo Jokic prefiere dejar que sus cifras hablen por él.

Una marca que trasciende generaciones

En la noche del 19 de diciembre de 2025, Jokic añadió otro capítulo memorable a su carrera en la NBA. Con 23 puntos, 13 asistencias y 11 rebotes, el pívot lideró a su equipo a la victoria y, además, superó el récord de asistencias en la historia para un centro en la liga, con 5.667 totales, dejando atrás las 5.660 que ostentaba Kareem Abdul‑Jabbar.

Abdul‑Jabbar, una de las figuras más influyentes de la historia de la NBA, acumuló su marca en 1.560 partidos a lo largo de 22 temporadas. Jokic, en cambio, alcanzó ese hito en apenas 771 encuentros, destacando no solo la cantidad sino la velocidad con la que ha ido construyendo su legado. 

Un triple‑doble histórico

La noche en Denver fue especial, más allá del récord. El rendimiento de Jokic se completó con un triple‑doble, categoría estadística que acompaña con frecuencia al serbio y que en esta campaña ya ha alcanzado cifras sobresalientes. Su talento para distribuir el balón desde la posición de pívot redefine las expectativas de juego para un interior en el baloncesto moderno, donde la versatilidad ofensiva se valora tanto como la presencia física.

Los Nuggets, a pesar de jugar con restricciones de plantilla en algunos partidos, han mantenido una racha positiva de resultados, lo que refuerza la importancia de Jokic no solo como creador de juego, sino también como pieza clave en el rendimiento global del equipo. 

Contexto histórico: el impacto de un pívot pasador

Que Jokic lidere ahora las asistencias entre pívots dice mucho del cambio evolutivo que ha experimentado la NBA. Tradicionalmente, los centros eran figuras dominantes bajo el aro, centrados en rebotes, defensa y anotación cerca del aro. Jokic, sin embargo, eleva el rol con una visión de juego comparada a la de bases: capacidad para leer defensas, anticipar cortes y encontrar compañeros en posición óptima.

Este cambio de paradigma no solo tiene impacto estadístico, sino también estratégico. Equipos alrededor de la liga utilizan al jugador serbio como eje ofensivo en todo tipo de acciones: desde pantallas, hasta transiciones y juegos de pick and roll, donde su lectura determina el flujo del partido.

Calma en medio del ruido

La reacción aparentemente sobria de Jokic tras alcanzar el récord (captada incluso en un clip viral en redes) expresa una filosofía personal y profesional: el trabajo constante y la serenidad frente a los logros. En una era donde los deportistas a menudo buscan celebraciones estruendosas o declaraciones impactantes, Jokic mantiene un perfil centrado en el rendimiento colectivo y el respeto por la historia del juego.

Entrenadores, compañeros y analistas han destacado que ese enfoque es parte de su éxito: no se deja llevar por el momento o la presión, sino que construye resultados a partir de una rutina sólida, respeto por sus fundamentos y compromiso con el equipo.

Súmate a

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio