Yolanda Díaz, la nueva ministra de Trabajo y Economía Social, ha defendido hoy el debate y el diálogo social con todos los actores económicos en El programa de Ana Rosa en Telecinco. En cuanto al nuevo Gobierno de coalición, asegura que “lo que no está recogido en el acuerdo no es una imposición del PSOE o de Podemos”, sino que defiende el debate por encima de los ideales de cada partido.

La entrevista se ha centrado en la reciente subida del salario mínimo interprofesional (SMI), aprobada en la reunión mantenida con patronal y sindicatos. Ante esto, la ministra ha defendido el carácter retroactivo de la medida con el objetivo de no perjudicar a las empresas en la gestión de las nóminas y las cotizaciones y la subida de casi el 30% del SMI en un año, “lejos todavía de las medias europeas pero cada vez más cerca”.

Sin embargo, Yolanda Díaz ha asegurado que lo importante no es la cantidad de la subida hasta los 950 euros, sino cómo se ha hecho: “Después de muchos años hemos vuelto al diálogo social, la herramienta democrática por excelencia”.

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La ministra ha sido preguntada por las diferencias entre ciudades y comunidades autónomas, a lo que ha respondido de forma categórica: “El SMI no tiene que ser diferenciado por autonomías, romperíamos con las reglas del mercado y no queremos hacer eso”. Por su parte, ha afirmado que el salario mínimo opera sobre un techo menor y que estas diferencias ya están contempladas en la “herramienta mágica” que son los convenios colectivos. La ministra ha afirmado: “Si sesgamos el SMI, una herramienta de mínimos, tendríamos ciudadanos de primera y de segunda”.

Así, considera clave la subida del salario mínimo para mejorar la desigualdad, “el gran problema de España al que debemos hacer frente con urgencia, empatía y cariño para acabar con el sesgo social”, ha asegurado la ministra. La subida afectará a más de 2 millones, “los pobres de los pobres”, sobre todo mujeres. Según la ministra: “Una limpiadora gana menos que un cristalero por el simple hecho de ser mujer”.

En cuanto al problema que podría suponer la subida del SMI para la economía sumergida, asegura que no hay datos empíricos que lo demuestren. En esta línea, afirma que los sectores más perjudicados, los trabajadores agrarios y trabajadoras del hogar, cuentan con déficits estructurales propios como los problemas estructurales en el caso del campo. “Es necesaria una mirada puntual, con más profundidad, ajena al impacto del SMI”, ha defendido.

Sobre la reforma laboral: "El PP llegó como un elefante a una cacharrería"

En cuanto a la derogación de la reforma laboral, Yolanda Díaz asegura que el impacto de la contrarreforma laboral del Partido Popular fue “fortísima”: “El PP llegó como un elefante a una cacharrería”. Ante esto, la ministra asegura: “Vamos a reformar pero no podemos derogar”, además de reconocer que hay aspectos de conciliación que el PP mejoró. “No queremos volver al marco antecedente, que tampoco era positivo, sino que queremos mirar al futuro”, asegura la ministra.

Con respecto a los despidos, asegura que está en el acuerdo alcanzado entre PSOE y Podemos pero que se centrarán en estudiar las causas de despido y a partir de ahí decidir las indemnizaciones posteriores: “El despido es una parte sustancial de la parte del trabajo”.

En cuanto a las medidas en fiscalidad, ha defendido que los impuestos son necesarios para disfrutar de servicios públicos de calidad como la sanidad o la educación. En esta línea, ha mencionado el ejemplo de su hija y ha reconocido: “Una madre o un padre con un salario de 950 euros parte de un punto de desigualdad con mi hija en cuanto a actividades complementarias”. En este caso, reconoce que es muy importante lograr un sistema de reparto y solidaridad, como el que ya tiene el sistema de pensiones públicas.

Finalmente la ministra ha mencionado el problema de la vivienda y asegura que se va a cumplir el acuerdo sobre el alquiler entre PSOE y Unidas Podemos mediante la actuación en el mercado social de la vivienda: “Hay una desregulación absoluta en un derecho básico como es la vivienda, hay más de 3.000 viviendas vacías”.

Así, defiende que la intervención en los precios es clave, especialmente en las zonas turísticas, y que cuentan con herramientas para actuar, aunque sea con retraso. En esta línea, ha asegurado: “En Madrid es imposible vivir con 950 euros si no compartes piso”, al igual que sucede en otras grandes ciudades. La ministra también ha reconocido que en los últimos meses los desahucios por hipoteca han disminuido mientras que aumentan por no pagar el alquiler.