El programa Salvados de La Sexta contó este domingo con el presidente de la CEOE, Juan Rosell, como invitado estrella. Fue el broche final a un capítulo titulado Emperdedores y centrado en la debilidad de la industria española, las dificultades para abrir una empresa y los efectos de la globalización. Entre otras muchas cosas, Rosell afirmó que "no pongo la mano en el fuego por nadie y tengo la mosca detrás de la oreja por muchos empresarios", de los que insinúo posibles corruptelas vinculadas a financiación de partidos políticos.
Rosell empezó su entrevista reconociendo que “abrir un negocio es una carrera de obstáculos” y no tardó en culpar a la administración pública al asegurar que “la tecnoestructura no ayuda a agilizar las cosas, sino a entorpecerlas y hacerlas más difíciles".
La culpa, de la tecnoestructura
El presidente de la patronal, que es conocido por sus continuos ataques a los funcionarios, aseguró que los ministros no mandan porque “les ponen todas las trabas del mundo en la administración”. “Los técnicos paralizan cuando se quieren hacer reformas en profundidad", afirmó, excusándose en que los trabajadores públicos retrasan las reformas aposta, porque si no su labor se revelaría prescindible.
El jefe de la CEOE hizo patente el dilema de su organización, pues muchos empresarios lamentan la falta de crédito para sus negocios, pero los bancos también forman parte de la patronal y debe defender sus intereses. "La falta de crédito es terrible, tremenda pero probablemente yo tampoco daría ese crédito", aseguró Rosell, amparándose en que "el índice de morosidad en España en estos momentos es del 11%".
Reforma laboral
Rosell también defendió la reforma laboral “que ha servido para intentar modernizar la difícil legislación laboral española”, pero se vio obligado a reconocer que todavía no hay resultados. “No es algo inmediato; ha pasado un año y pasará más tiempo”, aseguró, a lo que Jordi Évole le replicó que, si la reforma funcionará cuando haya crecimiento económico, “igual no hacía falta haberla hecho”.
El presidente de la CEOE replicó que "Schröder en Alemania no acertó a la primera reforma laboral, tampoco a la segunda, a medias a la tercera y por fin en la cuarta”. Ante la pregunta de Évole de si entonces España está “en P3”, Rosell replicó que “nosotros estamos aún en P1".
Una crisis desigual
Rosell también reconoció que la crisis no había afectado a todas las clases sociales por igual. "En algunas empresas la diferencia de los de arriba y los de abajo es muy importante. Los de abajo y muy abajo han perdido muchísimo. Los de arriba han perdido, pero como tienen mucho más aguantan muy bien, y eso es así".
Sobre la marcha de empresas españolas al extranjero, Rosell defendió que “las empresas se localicen donde haya nuevos mercados”. “Para la economía española es un desastre, pero hay que aceptarlo”, defendió el presidente de la CEOE.
Ingeniera fiscal
Rosell también defendió que se haga ingeniería fiscal para pagar menos impuestos. “Si una empresa no lo hace, si tiene maneras legales de pagar menos y no lo hace, entonces debería despedir a su director financiero”, explicó, “hagamos las leyes más claras y entonces no habrá ingeniería fiscal, que beneficia a los mejor preparados, que son los que más tienen".
"¿Es que no tiene derecho una empresa de pagar los impuestos de sus ventas online donde quiera?", se pregunta Rosell, en referencia a Inditex, que tributaba sus ventas online españolas en Irlanda para pagar menos y de la que él reconoce ser accionista. "La marca España es hacer las cosas más competitivas allá donde den más beneficios", concluyó.
Acerca de las grandes empresas españolas que operan en paraísos fiscales conocidos, Rosell aseguró que “probablemente también trabajan en paraísos fiscales”. “Hay montones de paraísos fiscales donde hay actividad” como en “Gibraltar y Panamá”, aseguró el presidente de la CEOE, ante el estupor del periodista.
Corrupción empresarial
Sobre las actuaciones de su antecesor, Gerardo Díaz Ferrán, Rosell asegura que le “sabe mal” su situación porque le conocía personalmente, pero reconoce que “cosas muy gordas debe haber hecho” para estar en la cárcel. Además, el presidente reconoce que le “ha hecho muchísimo daño a la CEOE. Es terrible”.
En cuanto a la responsabilidad de las empresas en los casos de corrupción que se están conociendo en estos años, Rosell niega que solo se culpe a los políticos. “Aquí está pringando todo el mundo, y es bueno que pringuen”.
El presidente de la CEOE dice haber “intuido” muchos casos de corrupción, pero niega “haberlos visto” porque en ese caso hubiera ido al juzgado. Cuando se le pide que precise, Rosell menciona la “financiación” como delitos que ha intuido pero “no lo puedo demostrar”. “Yo no pongo la mano en el fuego por nadie. Tengo bastantes moscas detrás de la oreja, pero si no tengo pruebas no digo nada.
Rosell empezó su entrevista reconociendo que “abrir un negocio es una carrera de obstáculos” y no tardó en culpar a la administración pública al asegurar que “la tecnoestructura no ayuda a agilizar las cosas, sino a entorpecerlas y hacerlas más difíciles".
La culpa, de la tecnoestructura
El presidente de la patronal, que es conocido por sus continuos ataques a los funcionarios, aseguró que los ministros no mandan porque “les ponen todas las trabas del mundo en la administración”. “Los técnicos paralizan cuando se quieren hacer reformas en profundidad", afirmó, excusándose en que los trabajadores públicos retrasan las reformas aposta, porque si no su labor se revelaría prescindible.
El jefe de la CEOE hizo patente el dilema de su organización, pues muchos empresarios lamentan la falta de crédito para sus negocios, pero los bancos también forman parte de la patronal y debe defender sus intereses. "La falta de crédito es terrible, tremenda pero probablemente yo tampoco daría ese crédito", aseguró Rosell, amparándose en que "el índice de morosidad en España en estos momentos es del 11%".
Reforma laboral
Rosell también defendió la reforma laboral “que ha servido para intentar modernizar la difícil legislación laboral española”, pero se vio obligado a reconocer que todavía no hay resultados. “No es algo inmediato; ha pasado un año y pasará más tiempo”, aseguró, a lo que Jordi Évole le replicó que, si la reforma funcionará cuando haya crecimiento económico, “igual no hacía falta haberla hecho”.
El presidente de la CEOE replicó que "Schröder en Alemania no acertó a la primera reforma laboral, tampoco a la segunda, a medias a la tercera y por fin en la cuarta”. Ante la pregunta de Évole de si entonces España está “en P3”, Rosell replicó que “nosotros estamos aún en P1".
Una crisis desigual
Rosell también reconoció que la crisis no había afectado a todas las clases sociales por igual. "En algunas empresas la diferencia de los de arriba y los de abajo es muy importante. Los de abajo y muy abajo han perdido muchísimo. Los de arriba han perdido, pero como tienen mucho más aguantan muy bien, y eso es así".
Sobre la marcha de empresas españolas al extranjero, Rosell defendió que “las empresas se localicen donde haya nuevos mercados”. “Para la economía española es un desastre, pero hay que aceptarlo”, defendió el presidente de la CEOE.
Ingeniera fiscal
Rosell también defendió que se haga ingeniería fiscal para pagar menos impuestos. “Si una empresa no lo hace, si tiene maneras legales de pagar menos y no lo hace, entonces debería despedir a su director financiero”, explicó, “hagamos las leyes más claras y entonces no habrá ingeniería fiscal, que beneficia a los mejor preparados, que son los que más tienen".
"¿Es que no tiene derecho una empresa de pagar los impuestos de sus ventas online donde quiera?", se pregunta Rosell, en referencia a Inditex, que tributaba sus ventas online españolas en Irlanda para pagar menos y de la que él reconoce ser accionista. "La marca España es hacer las cosas más competitivas allá donde den más beneficios", concluyó.
Acerca de las grandes empresas españolas que operan en paraísos fiscales conocidos, Rosell aseguró que “probablemente también trabajan en paraísos fiscales”. “Hay montones de paraísos fiscales donde hay actividad” como en “Gibraltar y Panamá”, aseguró el presidente de la CEOE, ante el estupor del periodista.
Corrupción empresarial
Sobre las actuaciones de su antecesor, Gerardo Díaz Ferrán, Rosell asegura que le “sabe mal” su situación porque le conocía personalmente, pero reconoce que “cosas muy gordas debe haber hecho” para estar en la cárcel. Además, el presidente reconoce que le “ha hecho muchísimo daño a la CEOE. Es terrible”.
En cuanto a la responsabilidad de las empresas en los casos de corrupción que se están conociendo en estos años, Rosell niega que solo se culpe a los políticos. “Aquí está pringando todo el mundo, y es bueno que pringuen”.
El presidente de la CEOE dice haber “intuido” muchos casos de corrupción, pero niega “haberlos visto” porque en ese caso hubiera ido al juzgado. Cuando se le pide que precise, Rosell menciona la “financiación” como delitos que ha intuido pero “no lo puedo demostrar”. “Yo no pongo la mano en el fuego por nadie. Tengo bastantes moscas detrás de la oreja, pero si no tengo pruebas no digo nada.