Los magistrados de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo consideran que los contratos de las tarjetas revolving que apliquen tipos de interés superiores al precio normal del dinero y manifiestamente desproporcionados son usurarios y deben ser anulados, según se ha conocido este miércoles. 

El Supremo ha mantenido varias reuniones para analizar una sentencia a favor del cliente sobre una tarjeta comercializada por Wizink Bank, con una TAE inicial del 26,82%, procedente de la Audiencia Provincial de Santander. Por su parte, un Juzgado de Primera Instancia declaró la nulidad del contrato entre las partes por existir un interés remuneratorio usurario.

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Por su parte, el Gobierno también está preparando una orden ministerial del departamento de Asuntos Económicos para mejorar la protección de los clientes. El Gobierno no limitará el tipo de interés pero sí el plazo de pago, mediante el aumento del porcentaje mínimo de amortización al 25%, así como la obligación de evaluar la solvencia del prestatario o informar claramente al cliente antes y después de la contratación.

Sin embargo, muchos de los ciudadanos que contratan una tarjeta revolving no saben lo que es ni las condiciones implícitas que tienen este tipo de tarjetas.

¿Qué son las tarjetas revolving?

Las tarjetas revolving son un producto bancario en las que se dispone de un límite de crédito determinado, que puede devolverse a plazos a través de cuotas periódicas. Estas cuotas pueden establecerse como un porcentaje de la deuda existente o como una cuota fija, cuotas periódicas que se pueden elegir y cambiar dentro de unos mínimos establecidos por la entidad.

Según explica el Banco de España, su peculiaridad reside en que la deuda derivada del crédito se renueva mensualmente. En concreto disminuye con los abonos que haces a través del pago de las cuotas, pero aumenta mediante el uso de la tarjeta, con pagos o reintegros en cajero; así como con los intereses, las comisiones y otros gastos generados, que se financian conjuntamente.

Así, las tarjetas revolving funciona realmente como un crédito de consumo, donde el límite de crédito y la forma de devolución se indican en el contrato de la tarjeta. Uno de los principales reclamos de este tipo de tarjetas es la supuesta facilidad para devolver el crédito con mensualidades muy bajas, casi a la medida del consumidor. Y es que el cliente puede aplazar la devolución del dinero en lugar de pagar en la fecha de liquidación.

Sin embargo, esto tiene consecuencias. Por un lado, el Banco de España avisa de que si se contrata una cuota mensual baja, es posible que ni tan siquiera se cubran los intereses, que se suman y financian con el resto de operaciones.

Por otro lado, la amortización a muy largo plazo supone que no sea posible emitir un cuadro de amortización previo por las variaciones de la deuda a lo largo del tiempo. Por ese motivo, es muy difícil conocer las cuotas mensuales que vas a tener que pagar en los próximos meses por tu tarjeta revolving.

De hecho, el problema principal de las tarjetas es que suelen aplicar unos intereses muy elevados y su funcionamiento lleva a caer en una espiral de endeudamiento ya que son casi un préstamo preconcedido. El cliente puede utilizarlo irresponsablemente, además de que siempre tendrá un remanente de deuda que genera intereses que, a su vez, aumentan la deuda.

Un ejemplo práctico

Para ilustrar el problema, algunas plataformas de usuarios ofrecen casos prácticos en cifras para que el cliente comprenda mejor el problema al que se enfrenta.

Por ejemplo, un préstamo con un sistema de interés simple del 29% solo te obligaría a pagar ese porcentaje como intereses. Es decir, si pides un préstamo de 1.000 euros y lo devuelves en un año, habrás pagado 1.290 euros (1.000 euros + 290 de intereses). En ese momento, quedará abonada la totalidad del préstamo.

Sin embargo, si optas por un préstamo con una tarjeta revolving, el cálculo es totalmente diferente. Por ejemplo, con una deuda de 1.000 euros y un interés anual del 29% no pagarás 1.290 euros, sino que pagarás una cantidad mensual de al menos 30 euros, ya que el mínimo mensual es del 3%, durante el tiempo que tú elijas.

El problema aquí es que, en el momento de pagar 30 euros, el cálculo sobre la deuda se sigue haciendo sobre la base (1.000 euros) y no sobre lo que te queda por pagar. Es decir, el banco calculará los intereses siempre sobre los 1.000 euros, por lo que la deuda no deja de crecer a no ser que la pagues de una sola vez al principio.

Más allá del mínimo del 3%, el tipo de interés TAE medio de las tarjetas revolving es del 25,2% por financiar compras y del 29,63% por disponer de efectivo en cajeros o en cuenta corriente, según el barómetro que Asufin ha elaborado con datos de las 13 principales tarjetas del mercado español.

Entidades como OpenBank, BBVA, WiZink, Bankinter Consumer Finance, Banco Sabadell, Bankia, CaixaBank, Santander, Deutsche Bank, Abanca, Servicios Financieros Carrefour y Servicios Prescriptor y Medios de Pago ofrecen este tipo de productos bancarios a sus clientes.

¿Cuál es la obligación del banco?

El Banco de España ha constatado el fuerte aumento de los litigios sobre los términos de contratos de crédito revolving en su último informe sobre estabilidad financiera. En esta línea, ha incluido en su portal para los clientes una serie de advertencias sobre la posibilidad de generar una deuda indefinida derivada de estas tarjetas.

El organismo exige a las entidades bancarias una especial diligencia con la comercialización de las tarjetas revolving que pasan por las siguientes medidas:

1. El banco debe darte un detalle pormenorizado de las operaciones

La entidad no está obligada a entregar al cliente un cuadro de amortización de cara al futuro, ya que es muy difícil anticiparlo, pero sí un detalle pormenorizado de las operaciones realizadas, con datos de referencia, fechas de cargo y valoración, tipos aplicados o comisiones y gastos repercutidos, entre otros.

2. Si la amortización tiene un plazo muy largo deben facilitarte información periódica

Si la amortización principal va a realizarse a muy largo plazo el banco debería facilitarte información periódica, ya sea mensual o trimestralmente, sobre el plazo de amortización previsto, es decir, cuándo terminarás de pagar la deuda si no se realizan más disposiciones ni se modifica la cuota; escenarios ejemplificativos sobre el posible ahorro que supondría aumentar el importe de la cuota y el importe de la cuota mensual que te permitiría liquidar toda la deuda en un año.

3. El banco debe facilitarte la mayor información posible

La entidad tiene la obligación de aclararte lo que has pagado y lo que debes de una forma lo más completa posible. Igualmente, si quieres saber cuándo terminarás de pagar tu deuda, el banco debe facilitarte algún medio para que conozcas el tiempo estimado para amortizarla. Además, si se producen ampliaciones del límite de crédito concedido, tu banco debe informarte específicamente de la ampliación, de la nueva cuota que debes pagar y de la deuda acumulada hasta el momento.

El Banco de España pone a disposición del usuario un simulador para que los clientes de este tipo de productos bancarios puedan conocer cuál es la fecha de vencimiento de la última cuota de su tarjeta revolving.