A principios de 2012, tras asegurar en toda la campaña electoral que no subiría impuestos, recoger firmas contra la subida del IVA de Zapatero y criticar que el gobierno socialista había subido hasta el IVA "de las chuches", el Gobierno de Rajoy no sólo mantuvo dichas subidas sino que las incrementó y se sacó de la manga nuevos impuestos en la que fue la mayor subida fiscal de toda la democracia. Uno de esos nuevos impuestos fue el de las loterías, un 20% para Hacienda en todos los premios superiores a 2.500 euros. La vicepresidenta dijo por aquel entonces que era una medida "temporal y excepcional" para atajar el desbocado déficit y que todas las subidas de impuestos se aplicarían sólo durante dos años ( hasta 2.014). La subida de impuestos del PP llegó para quedarse.

La subida de ventas como excusa

Las ventas de décimos del sorteo de Navidad han crecido este año después de haber repuntado ya en 2015. Tras dos años de incrementos de las ventas, desde Hacienda se argumenta que si la recaudación se hubiera visto seriamente perjudicada se habrían planteado si no suprimir, al menos reducir el gravamen. El argumento suena claramente a excusa, dado que durante seis años (desde 2009 y hasta 2014) las ventas cayeron y fueron precisamente los años 2012, 2013 y 2014 los años de mayores descensos.  

2.584 millones en ventas en 2015

A falta de conocerse los datos de este año, Hacienda ya da por seguro que se superarán las cifras del pasado, cuando alcanzaron un total de 2.584 millones de euros, lo que supuso un aumento del 4,52% con respecto a 2014. A su vez, en 2014 registró un aumento de las operaciones del 4,64%, alcanzando un total de 2.471 millones.

El organismo de  Loterías y apuestas del Estado considera que hay "consolidación de la recuperación" en las ventas del sorteo navideño, tras la caída del 17,6% registrada entre el 2007 y el 2013, aunque las fechas que da el organismo abarcan un período demasiado amplio dado que ni en 2007 ni en 2008 descendieron las ventas, y desde luego nada comparable a las cifras de 2012 a 2014, los años más duros de la crisis.