El conjunto de veinte países que comparten el euro como divisa común han sufrido un aumento de su inflación en mayo. Eurostat -oficina estadística europea- ha confirmado que la tasa inflacionaria de la zona euro, adelantada semanas atrás, se ha situado en el 2,6%, dos décimas por encima del mes de abril. Este es el primer repunte de la evolución de los precios desde diciembre de 2023 y traslada a la eurozona a su mayor nivel desde el pasado febrero, principalmente por el encarecimiento de los servicios.
La publicación de la estadística ha llegado a penas dos semanas después de que el Banco Central Europeo (BCE) confirmarse la primera bajada de los tipos de interés desde 2015. El organismo presidido por Christine Lagarde tiene como objetivo reducir la inflación hasta el 2%, línea roja que había establecido para comenzar la relajación de la política económica restrictiva; sin embargo, cuando asumió la última decisión ya era consciente de que el dato se incrementaría en mayo. A futuro, el índice deberá recuperar su tendencia a la baja para que el supervisor único acometa nuevos recortes.
Los servicios, principal problema
El momento temporal que atraviesa la zona euro no acompaña, dado que la llegada de la época veraniega anticipa que el sector servicios seguirá tirando hacia arriba de la inflación, circunstancia que se está multiplicando especialmente en España. El avance de los precios en la región del euro ha reflejado el alza del 0,3% del coste de la energía, tras abaratarse un 0,6% interanual en abril, mientras que los alimentos frescos han subido un 1,8%, seis décimas más. No obstante, el mayor peso es para los servicios, que han crecido un 4,1%, alcanzando así su mayor nivel desde octubre de 2023.
En sentido contrario, los bienes energéticos no industriales se han encarecido un 0,7% en mayo, dos décimas menos que el mes anterior. El peso de los servicios es aún más evidente atendiendo a la aportación de cada subgrupo al índice general. Estos suponen 1,83 puntos del 2,6% total de la eurozona, muy por delante del subgrupo de comida, alcohol y tabaco, el segundo con más peso con un 0,51%. La energía tan solo aporta un 0,04% y los bienes industriales no energéticos un 0,18%, por lo que los servicios representan casi un 70% de la inflación.
Además, la problemática del encarecimiento de lo servicios es su compleja reducción. A diferencia de otros elementos como los alimentos o bienes determinados, afectados por crisis climáticas o geopolíticas, que oscilan de forma más fuerte, pero retornan con mayor velocidad tras la superación de los escollos; los servicios suelen dispararse en su proceso de encarecimiento y la moderación de su inflación puede estancarse y llegar con cuentagotas. En España, este problema está golpeando especialmente con la llegada de la época estival debido a la presión del turismo y sus servicios asociados.
España, a la cola de Europa
La media de la eurozona se sitúa en el 2,6%, una décima por debajo de la de la Unión Europea (2,7%), pero la heterogeneidad entre las diferentes economías es muy elevada. En comparación con abril, la inflación anual ha disminuido en once Estados miembros, se mantuvo ha mantenido en dos y ha aumentado en catorce. Así, Letonia ha llegado a registrar una tasa del 0% durante el quinto mes del año, destacándose como el país mejor posicionado. A continuación aparecen Finlandia e Italia con un 0,4% y un 0,8%, respectivamente.
A la cola del tren, Rumanía se destaca como el país que más sufre la presión de los precios, con una tasa del 5,8%. Algo mejor posicionados, Bélgica (4,9%) y Croacia (4,3%) cierran el vagón de cola. Hungría (3,9%) se encuentra peor que España y Portugal que, con Índice de Precios Armonizado del 3,8%, ocupan el quinto puesto por la cola. La economía española continúa así perdiendo pujanza en el dominio de la inflación, después de ocupar las mejores posiciones meses atrás.
No obstantes, desde el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa ponen en valor que la moderación se consolida, huyendo de grandes oscilaciones y manteniendo una senda estable. Una situación parecida atraviesa la zona euro, donde la diferencias entre los países con mejores y peores datos se acortan y las tasas que superaban las dos cifras quedan ya muy atrás. Con todo, la diferencia con la tasa de inflación del mismo mes del pasado año es de más de tres puntos, habiéndose pasado del 6,1% de 2023 al 2,6% actual. El objetivo del BCE, a tan solo seis décimas.