El Ministerio de Hacienda tiene apenas medio mes para activar el proceso que pondrá en marcha la salida para los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2026, un movimiento que supondrá el abandono definitivo de unas nuevas cuentas para 2025. Tras dos prórrogas presupuestarias consecutivas, España sigue funcionando con los presupuestos diseñados en 2022 para el año 2023. Desde entonces, el Ejecutivo ha tenido que recurrir a modificaciones de crédito para ajustar las cuentas a las necesidades reales.
El calendario presupuestario establece que entre mayo y junio debe aprobarse la llamada orden de elaboración de los PGE, por parte del Ministerio dirigido por María Jesús Montero. Esta disposición legal funciona como un plan de trabajo que fija los criterios técnicos y los plazos que los distintos ministerios deben seguir para enviar sus propuestas a Hacienda. La orden no pasa por el Consejo de Ministros, publicándose directamente en el Boletín Oficial del Estado.
La publicación de la orden de elaboración de los Presupuestos suele coincidir con el momento en que el Consejo de la Unión Europea emite sus recomendaciones específicas para cada país dentro del Programa de Estabilidad, que deben ser tenidas en cuenta al diseñar las nuevas cuentas públicas. De hecho, este viernes 20, el Consejo de Asuntos Económicos y Financieros tiene previsto intercambiar impresiones sobre el paquete de primavera del Semestre Europeo, y se espera que apruebe una "nota horizontal" con las recomendaciones finales.
Después de eso, el siguiente paso será la aprobación de los objetivos de estabilidad presupuestaria, deuda pública y límite de gasto no financiero, más conocido como el techo de gasto. Este tope es fundamental porque marca el máximo permitido, y debe ser aprobado en Consejo de Ministros. El año pasado, el Gobierno intentó aprobar estos objetivos en julio, pero el Congreso los tumbó. Finalmente, en septiembre, se retiraron al no contar con los apoyos suficientes.
Y es que, sin esa orden inicial y sin el techo de gasto aprobado, no comienza la elaboración real de los Presupuestos. A partir de ese momento, se inicia una compleja negociación interna entre los distintos ministerios y Hacienda hasta conseguir un borrador equilibrado.
En un escenario ideal, todo esto debería estar resuelto en julio, permitiendo que las Comisiones de Análisis de Programas se reúnan y empiecen a dar forma al proyecto. La idea es que el documento final esté listo en septiembre, para que el Gobierno pueda aprobarlo y enviarlo al Congreso antes del 1 de octubre. Así se cumplirían los plazos establecidos y se dejaría el último trimestre del año para negociar su aprobación, de forma que las cuentas entren en vigor el 1 de enero.
La crisis interna del PSOE irrumpe en pleno calendario presupuestario
La cuenta atrás para activar los Presupuestos Generales del Estado de 2026 coincide con uno de los momentos políticos más complicados que ha vivido el PSOE en su legislatura. La dimisión de Santos Cerdán como secretario de Organización del partido y la entrega de su acta de diputado, tras las revelaciones del informe de la UCO que lo vinculan con el caso Koldo, ha sacudido los cimientos del núcleo socialista.
A lo largo de las 490 páginas de informe, al que ha accedido ElPlural.com, se describe una situación en la que Santos Cerdán centraliza operaciones y mordidas en favor de José Luis Ábalos por valor de hasta 620.000 euros. Otro de los puntos más importnates del escrito vienen con las primarias del PSOE en las que Sánchez se impuso a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias.
Por el momento, y mientras Cerdán insiste en que “jamás” ha cometido “ninguna ilegalidad”, al número tres le tocará comparecer en los juzgados el próximo 25 de junio.