Así lo ha dado a conocer la compañía en el último Energy Insight que ha publicado. Mientras que, por ejemplo, las emisiones de CO2 de la industria suponen un 22% del total y las del sector primario un 13%, el transporte por carretera se posicionó en el 2023 como el más contaminante en este sentido, con un 30%. De esta manera, Moeve ha mostrado preocupación por este asunto y subrayado en el informe que "es esencial abordar el transporte por carretera en la descarbonización de la movilidad. La movilidad eléctrica se perfila como la solución clave para el transporte ligero".

La longevidad del parque móvil español sigue siendo uno de los principales lastres a la hora de lograr ese objetivo, ya que, tal y como arrojan los datos de este documento, en España solo un 1,8% del parque de turismos es electreficado, cuando en otros países ha calado de una manera mucho mayor, como son los casos de Noruega (28%), China (10%), Países Bajos (7,9%), o Portugal (4,2%).

Los datos hablan de la escasa penetración que este nuevo modelo de vehículos está teniendo en España, pues solo el 16% de los vehículos nuevos vendidos en el país en lo que va de 2025 han sido eléctricos. A día de hoy, hay repartidos por el territorio nacional 633 mil vehículos eléctricos e híbridos enchufables en circulación y un total de 47.892 puntos de recarga pública activos, 41% en corredores interurbanos y 59% en zonas urbanas. 

En su informe, Moeve expone las ventajas de la movilidad eléctrica subrayando aspectos como la reducción de emisiones, ya que afirman que este tipo de vehículos son actualmente la tecnología más eficiente desde el punto de vista climático, emitiendo casi tres veces menos CO2 en todo su ciclo de vida que los de gasolina o diésel; el ahorro económico, pues conducir un eléctrico resulta más barato al recorrer 100 km con un coste inferior, ya que cuesta de media 9,17€ con gasolina y 6,89€ con diesel, con un vehículo eléctrico cargado en casa, mientras el coste se reduce con un eléctrico a 2,48€, un ahorro de hasta el 72%; y potenciando la autonomía estrátegica, puesto que el vehículo eléctrico emplea electricidad que, según el mix actual, un 57% es renovable y se produce y genera en España, aumentando la independencia de terceros países y la seguridad energética nacional.

Atendiendo a esto, la compañía plantea en este Energy Insight retos y soluciones de cara a este asunto. Entre las circunstancias a abordar, expone que existen dificultades como el coste inicial, el despliegue de los puntos de recarga, el lento proceso de carga del vehículo, la dependencia en lo referido a las baterías al fabricarse con materiales que proceden de países concretos y la falta de visibilidad de las virtudes de estos coches. No obstante, también aporta posibles respuestas a estas situaciones que a través de incentivos fiscales, tramitaciones más ágiles, priorizando los puntos de recarga rápida, planteando una estrategia planificada para el desorrollo de una infraestructura por igual en todo el territorio e impulsando tecnologías del reciclaje pueden conseguirse grandes avances. 

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