Teresa Ribera, vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha anunciado un desembolso millonario para dar respuesta a la sequía que asola Cataluña. Después de reunirse con el conseller d'Acció Climàtica de la Generalitat de Catalunya, David Mascort, ha explicado que Ejecutivo central y Generalitat trabajarán conjuntamente para dar respuesta a la emergencia. "Nuestra posición es clara: todo lo que esté en nuestra mano a disposición para ayudar a otras administraciones, incluso más allá de las competencias del Estado central", ha motivado la vicepresidenta.

La financiación para el desarrollo de los proyectos de las desaladoras Tordera II y Foix se realizará a través del crédito transferido del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. No obstante, la participación del Gobierno no será únicamente económica, sino que vendrá acompañada de medidas estructurales y de un plan de abastecimiento. También se pondrá a disposición agua desalada procedente de Sagunto (Valencia), que será transportada en barco hacia la ciudad de Barcelona. Permitirá disponer de agua desalada de hasta 40.000 metros cúbicos diarios a partir del mes de junio.

Nuevas desaladoras

La vicepresidenta Ribera ha explicado que la desaladora Tordera II estará situada junto a Tordera I, en la localidad de Blanes, y estará en funcionamiento en 2028. La inversión para este proyecto es de 287 millones de euros. Tratará 60 hectómetros cúbicos al año al año, lo que permitirá multiplicar por cuatro la actual capacidad de desalación del actual complejo. Por otra parte, la inversión para la nueva infraestructura de desalación de Foix es de 180 millones de euros y se situará entre las localidades de Cunit y Cubelles. Entrará en funcionamiento en 2029 con una capacidad de tratamiento de 20 hectómetros cúbicos al año.

Ambas instalaciones contarán con instalaciones fotovoltaicas para el consumo energético de sus actividades. Los proyectos serán desarrollados por la empresa pública Acuamed. "En las próximas semanas llevaré al Consejo de Ministros la modificación del convenio de gestión de Acuamed para poder poner en marcha los proyectos", ha anunciado la vicepresidenta Teresa Ribera. Estas actuaciones persiguen un triple objetivo, traslada el Ministerio. En primer lugar, garantizar el abastecimiento de agua de las provincias de Girona, Tarragona y Barcelona; en segundo, una reducción progresiva del trasvase del Ter a Barcelona; y por último reducir las extracciones de los acuíferos en mal estado ecológico de la costa catalana.

España es ya líder europeo en producción de agua desalada, ocupando el cuarto lugar a nivel mundial en capacidad instalada. En total, el país produce cerca de 5 millones de metro cúbicos de agua tratada al día, un sistema crucial en el abastecimiento de agua de boca en situaciones de escasez. Dada esta estrategia de anticipación a los impactos de la sequía del Gobierno, el objetivo es duplicar la capacidad de desalación y reutilización de agua como así se establece en los vigentes Planes Hidrológicos de Tercer Ciclo aprobados la pasada legislatura.

Agua en barcos

Otra de las políticas, de extrema necesidad y desesperada, será el transporte de agua en barcos. Tras "una exhaustiva evaluación de alternativas", el Ministerio ha determinado como solución "más sencilla y viable" el traslado de agua en barco desde la desaladora de Sagunto, en la Comunidad Valenciana y de titularidad estatal, al puerto de Barcelona. Así lo ha explicado la vicepresidenta Teresa Ribera tras la reunión. Actualmente la planta funciona a un 10% de su capacidad y podrá incrementar su actividad para esta medida de emergencia.  "Si la situación de no mejora, el traslado comenzará en junio y podrá alcanzar un máximo de 40.000 metros cúbicos de agua trasladados en dos barcos diarios", ha precisado Ribera.

 En el encuentro entre la vicepresidenta y el conseller, se ha acordado que el coste del aumento de tratamiento de agua será asumido por el Gobierno central, mientras que la operación de gestión con los barcos lo asumirá la Generalitat de Catalunya. Según ha explicado Ribera, esta medida no presenta afectación alguna a la comunidad de origen pues no suministra agua a su población. La vicepresidenta llamó el sábado al president de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, para informarle la propuesta, que recibió el apoyo del líder del gobierno autonómico.