El presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha presentado este miércoles ante el Comité Ejecutivo Nacional del partido el plan económico que va a remitir a la Moncloa y que incluye bajadas del IRPF, del Impuesto de Sociedades y del IVA para aliviar la situación de las familias y las empresas ante la crisis de inflación. Lo ha hecho después de obtener el aval de la patronal pero el rechazo de los sindicatos. Sobre ello también se ha posicionado el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha desautorizado el plan del gallego.

En el diagnóstico que hace el FMI recomienda a los gobiernos la apuesta por aliviar las subidas de precios dando apoyos a las más vulnerables y no bajando impuestos o dando ayudas de manera generalizada. “La mayoría de estas medidas pueden tener consecuencias no deseadas y grandes costes fiscales”, señala el FMI, añadiendo que “estas acciones pueden aumentar la presión alcista sobre los precios internacionales”.

Además, añade que bajar impuestos de manera generalizada o bonificar precios de manera generalizada puede impedir que el mercado actúe frenando la oferta y reequilibrando los precios: “Los subsidios de precios generalizados son costosos, conducen a un consumo excesivo y, en el caso de los subsidios a la energía, benefician desproporcionadamente a los hogares con mayores ingresos”.

Frente a esto, la institución internacional recomienda apoyar con ayudas directas a los hogares más vulnerables, lo que permitiría aumentar los ingresos de los más perjudicados para compensar la subida de la inflación sin alterar el funcionamiento del mercado de formación de precios. En este sentido, los autores del informe recuerdan que las familias han acumulado en la Unión Europea un billón de dólares en ahorros que pueden servir para aliviar los efectos de la subida de precios.

Previsiones del FMI

El FMI prevé que la tasa de inflación para la economía española, que el pasado mes de marzo se disparó al 9,8%, alcanzando su nivel más alto en 37 años, se moderará durante la segunda mitad de 2022, lo que permitiría reducir el alza de los precios a una media del 5,3% para el conjunto del año y al 2,7% al final del ejercicio.

De esta manera, las proyecciones a más largo plazo del FMI contemplan que la tasa de inflación promedio para España caerá hasta el 1,3% en 2023 y repunte de una décima un año después, hasta el 1,4%, subiendo al 1,6% en 2024 y hasta el 1,7% en promedio cada uno de los dos años siguientes.

La moderación esperada de las presiones inflacionistas y el impulso de la recuperación en curso, junto con la inyección de los fondos europeos previstos, permitirán a España crecer a un ritmo significativamente más alto que la zona euro durante todo el horizonte de las previsiones del Fondo.

En concreto, si para este año y el siguiente el FMI anticipa un crecimiento del PIB español del 4,8% y del 3,3%, respectivamente, en el caso de la eurozona se espera una expansión del 2,8% este año y del 2,3% en 2023.