La inflación de la Unión Europea (UE) continúa reduciéndose, pero se mantiene aún en valores elevados que la alejan del 2% exigido por el Banco Central Europeo (BCE). Los Veintisiete sufren un encarecimiento de los precios medio del 4,9%, valor que se reduce al 4,3% si se atiende únicamente a los veinte países que comparte el euro como divisa común, según ha confirmado este miércoles Eurostat -oficina estadística europea-. El dato confirmado del noveno mes del año se reduce notablemente en ambos casos, pero se mantiene lejos del Índice de Precios Armonizado (IPCA) español, que se ubica en el 3,3%.

Las cifras marcas en el noveno mes del año son las más bajas desde octubre de 2021; sin embargo, los valores continúan muy alejados del dato español. La media de la eurozona se ubica un punto por encima de la española y la del conjunto de la UE la sobrepasa en más de un punto y medio. La mejor noticia para ambas agrupaciones es haber caído, por primera vez en muchos meses, por debajo de la barrera del 5%, buscando aproximarse a las exigencias del BCE para frenar su política económica restrictiva. No obstante, la progresión no es homogénea y se encuentra muchas diferencias entre países.  

Tan solo tres países se sitúan por debajo del 2% fijado por el supervisor único y un selecto grupo de 11 Estado lo hace pro debajo de la media. Entre ellas se destacan los Países Bajos, que marcan el único dato en negativo, algo no reflejado en un país de la zona euro desde hace muchos meses. La economía neerlandesa sitúa su inflación armonizada en el -0,3%. Por debajo de la barrera del 1% aparecen Dinamarca (0,6%) y Bélgica, que ha reducido su valor hasta el 0,7%. A continuación, aunque ya a mayor distancia, aparecen Grecia (2,4%), Finlandia (3%) y, ya en sexta posición, España (3,3%).

La economía española, que encadenaba cinco meses consecutivos entre los tres mejores, sale de este selecto grupo, pero se mantiene por debajo de la media y muy lejos de los valores marcados por algunas economías. Las peores noticias las presenta Hungría, que con una inflación del 12,2% marca la mayor media, con mucha diferencia. Seguidamente, aparecen Rumania, con un elevado 9,2%, Eslovaquia (9%) y, ya por debajo de los nueve puntos, cierra el vagón de cola la República Checa (8,3%).

España se destaca entre las grandes economías

De entre las grandes economías, España sigue destacando. Alemania, que marcaba el peor dato los últimos meses entre los países con mayor peso económico, ha conseguido reducir su valor hasta el 4,3%, justo en la media y por detrás de España. Por el contrario, Francia (5,7%) no ha conseguido reducir su inflación en el mes de septiembre y se mantiene por encima del 5%. También en una mala posición dentro del grupo aparece Italia que, de igual manera que España, ha experimentado un ascenso con respecto agosto y ha elevado su dato hasta el 5,6%.

De esta manera, la distancia de la economía española con el resto de países hermanos es de hasta dos puntos y medio, en el caso de Italia y Francia, y de un punto con la economía bávara. Esto se explica con la gran reducción que la inflación española ha seguido desde principio de año. Así, pese a los tres ascensos consecutivos sufridos, la progresión del precio de la vida español se ubica lejos del marcado en el resto de grandes economías.

¿Qué ha afectado a la inflación?

Atendiendo al dato general, vital para las actuaciones económicas del BCE, la evolución de los precios en la zona euro responde principalmente a la mayor caída en el coste de la energía, con un -4,6%, frente al retroceso del 3,3% de agosto. En sentido positivo, el encarecimiento de los alimentos frescos se modera al 6,6%, desde el 7,8% del mes pasado. En los servicios, los precios suben un 4,7% interanual, ocho décimas menos que en agosto, mientras que los bienes industriales no energéticos se encarecen cuatro décimas menos que el mes anterior, con una subida del 4,1%.

Según traslada Eurostat, más allá de los datos individuales de cada subgrupo, la mayor contribución a la tasa de inflación anual de la zona del euro provino de los servicios (2,05%), seguidos de los alimentos, alcohol y tabaco (1,78%) y los bienes industriales no energéticos (1,06%). Para marcar el 4,3% definitivo, la energía aporta a la tasa poco más de medio punto negativo (-0,55%).

Por su parte, la inflación subyacente -aquella que no incluye los alimentos, la energía, el alcohol y el tabaco- consigue reducir ocho décimas y situarse en el 4,5%, marcando un valor muy similar al del índice general. Descontando del cálculo únicamente la energía, la tasa interanual se ubica en el 5,5%, alejándose del 6,3% de agosto. El dato es el mismo descontando la energía y los alimentos frescos.